¿Y usted de qué lado está?
La actual ofensiva de la oposición sea la partidista o la mediática en contra del gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, deja ver una oposición desesperada, miserable, que ha perdido el control de la narrativa y que busca cualquier elemento cualquier argumento para utilizarlo como arma arrojadiza en contra de quien ellos identifican como su enemiga más acérrima.
En este caso, ven a la presidenta Claudia Sheinbaum con sus actuales niveles que aceptación, con los éxitos que se ha anotado en materia diplomática en la relación inicial con Donald Trump y con datos positivos en lo económico, como son el aumento en el empleo formal, la captación de proyectos de inversión multimillonarios, a pesar de la amenaza de aranceles y aún con el retorno de la afamado, súper peso, como una amenaza a seguir perdiendo sus privilegios más allá del mediano plazo.
Esta misma oposición que padeció como una pesadilla los seis años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que creyó que con la llegada del nuevo gobierno podría negociar un retorno a la política de privilegios, ahora se dan cuenta que nada de eso podrá ser; de hecho apenas están internalizando que en efecto, como lo dijo su antecesor, la presidenta es más radical al respecto de la necesidad de cambiar a México a un mejor país y acabar justamente con los privilegios, con la corrupción y con todas las taras del viejo régimen.
Ahora Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de llevar a mayor profundidad la transformación, y eso los tiene enloquecidos, en búsqueda de cualquier argumento que les permita ponerle frenos a la presidenta.
No se dan cuenta que nuestra presidenta cuenta más allá de una enorme popularidad, con un el respaldo del pueblo mexicano, que lo mismo acude a las calles, a las plazas, y que la respalda en los estudios demoscópicos que se hacen de manera reiterada a fin de probar su popularidad.
Claudia Sheinbaum ha cumplido cabalmente con todo lo que ha prometido cambiando la Constitución, justamente para ir por lo que ella llamó el segundo piso de la transformación.
Los niveles arriba del 80% de aceptación y aprobación que ha logrado la presidenta no son asunto menor, de hecho este tema tiene muy preocupados a los analistas y asesores de la oposición que ahora buscan cualquier traspiés a fin de frenar el ascenso de un fenómeno político, que en sí mismo podría llevar a México a nuevos niveles de desarrollo.
Los cambios promovidos por la presidenta han sido para bien y aún en donde ha habido alguna equivocación cito el caso de la reforma propuesta a la ley del ISSSTE misma, que fue retirada ayer; ha sido capaz de entender cuando cuenta con el respaldo, y cuando se ha equivocado al estirar de más la liga.
Evidentemente en los dos meses recientes, los retos que enfrentado Claudia Sheinbaum han sido mayúsculos, lidiar con Donald Trump ha requerido mucha astucia, paciencia, serenidad, y un entendimiento de qué no se pueden tomar decisiones con cabeza caliente, la cabeza fría que ha demostrado tener la presidenta de la república, justamente es lo que le da el carácter de líder que todos los mexicanos queremos y necesitamos.
Eso no significa que no sea valiente, creo que es lo contrario, su valentía se expresa justo en su audacia, en no arriarse ante el reto y poner las cosas en el mismo nivel con su homólogo de Estados Unidos.
Hoy el tema son los desaparecidos, antes lo fue el espiral de violencia que se desató por la manera irresponsable en la que se gestionó la detención y traslado de Ismael ‘El Mayo’ Zambada a los Estados Unidos.
Lo interesante es que la narrativa de la violencia en Sinaloa llegó hasta el momento en el que comenzó el afamado carnaval de Mazatlán. Los asesinatos en Sinaloa van a la baja, y es que al final de cuentas el conflicto entre las facciones en pugna no puede ser eterno, el desgaste es demasiado.
Cosa digna de análisis es que mientras en todo el país, la violencia y por lo tanto, los homicidios tienden a la baja mes tras mes, en el caso de Guanajuato, la descomposición del tejido social, se acentúa y el aumento de la violencia en niveles de 33%, en los meses recientes, hace ver la perspectiva de gobiernos fallidos por parte del partido de la derecha.
El caso de Jalisco y los desaparecidos es un tema que merece mucha profundidad, sin embargo, creo que no se puede ser juez y parte en este caso, no me parece razonable, que es colectivos de madres, buscadoras aún con toda la solidaridad que su causa merece, pretendan ser quien lleve la voz cantante en esta situación.
Personajes como la sonorense, Cecilia Flores que han cuestionado las políticas de seguridad y que han puesto el dedo en la llaga de la violencia y este fenómeno, ahora demuestran que no tienen la voz completa, pues reconocen que sus familiares desaparecidos han participado de manera directa en el origen del problema, es decir, han sido miembros del crimen organizado y se han dedicado, asesinar, desaparecer personas y generar violencia.
Misma visión, aplica para los paladines del Partido Acción Nacional, que lo mismo señalan con dedo flamígero a quienes, según ellos no saben atender el problema, siendo que ellos han sido punto de origen de la violencia homicida y de la proliferación de grupos criminales, vamos la misma hermana de quién fue candidata a la presidencia del PRI y el PAN, en este caso Xóchitl Gálvez, fue condenada a 89 años de prisión, de manera reciente por el delito de secuestro con toda su agravantes.
Antes conocimos el lamentable caso de el secretario de seguridad pública, Genaro García Luna que está preso en los Estados Unidos, condenado por narcotráfico y crimen organizado.
La narrativa de qué Claudia Sheinbaum actualmente y López Obrador en el pasado encabezaron o encabezan un narco gobierno no resiste el más mínimo análisis, de hecho es una visión absurda y ridícula, originada en mentes afiebradas que buscan en todo caso desacreditar a quienes les han arrebatado los privilegios que por décadas les permitieron enriquecerse, gozar de impunidad y hacer de México prácticamente su coto privado.
Es importante alzar la voz en este momento, decir de qué lado estamos, sí de la mentira y de la inquina, que promueven estos grupos de corifeos que buscan sembrar confusión, o del lado de la razón, del lado correcto de la historia.
En mi caso, yo estoy con Claudia Sheinbaum, porque ha sabido conducir nuestra nave en tiempos de tormenta y nos ha mostrado que con su dignidad y valentía México llegará hasta donde se lo proponga.
Correspondencia a demiandu1@me.com | En @Demiandu #SonoraPower