Desapariciones: ni mitos ni demoras

“Espera 72 horas, si entonces no ha regresado a casa, denuncia”. Atender tal consejo implica extensión de la inquietud y pérdida de un tiempo valioso cuando se trata de la búsqueda de una persona ausente o de plano desaparecida.

Si la recomendación proviene de un familiar o amistad, busca tranquilizar a quien enfrenta la angustia. En algunos casos es sugerencia de la persona encargada de la agencia ministerial.

La creencia de esperar ese tiempo podría basarse referencialmente en la norma del 2018 sobre la Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas o puede ser simplemente la manera de evadir la atención a la ciudadanía: “espérese al menos tres días señora”. Esas primeras horas son críticas para la localización y activación de la búsqueda inmediata.

Este es uno de los planteamientos centrales del plan de acción presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum para combatir las desapariciones en el país: incorporar nuevos protocolos, tanto a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, como a la Ley Federal de Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas.

Las desapariciones son tanto un gigantesco problema irresuelto como espacio de un debate acerca de si entre sus números no se esconden los relativos al homicidio doloso: se habla de una disminución mientras no se demuestra que entre los desaparecidos no están los muertos supuestamente disminuidos de las cifras oficiales.

Los hallazgos en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, —con centenares de zapatos y prendas de vestir—, aceleraron la respuesta ante una problemática encabezada nacionalmente por Jalisco.

Diversos organismos internacionales y nacionales, como la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, enfatizan la importancia de la denuncia inmediata en casos de desaparición.

La erradicación de las 72 horas es fundamental para mejorar la respuesta institucional.  O al menos para aliviar la tensión incipiente de las familias. Imposible minusvalorar la denuncia inmediata.

En apoyo a la búsqueda y una vez presentada la denuncia ministerial, los familiares de las víctimas, junto con agentes de la Policía de Investigación, pueden revisar en las instalaciones del C5 las cámaras del sitio donde se vio por última vez a la persona. Ya ubicada, a través del videomonitoreo forense se inspeccionan los momentos anteriores y posteriores a la desaparición.

Este método ha sido incorporado al Gabinete para la Búsqueda de Personas Desaparecidas instruido por la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada. Y se potencializa con la denuncia inmediata. Sin mitos ni demoras.

 

     @guerrerochipres

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