Desde mi pequeña esquina del mundo…

IRREVERENTE

Les platico:

No hay forma educada de decir ciertas cosas. Mi amigo El Percherón dice que ando en el día con la misma ropa con que duermo. Eso no es cierto: los jeans me los pongo nada más cuando estoy despierto y casi nadie hace que me los quite, por más encumbrados que sean el evento, la ocasión o las personas a quienes veo.Mi trabajo es sospechar, observar y preguntar.Es más fácil sobrevivir en pareja que solo.Tengo malos pensamientos y lo que me salva contra otros que los tienen, es que yo lo admito y muchos, no.Nada es definitivo ni establecido, ni siquiera la luz, ni siquiera la oscuridad.Me quedo no con lo que se lleva la gente que estaba cerca de mí, sino con lo que me deja.Aunque la Luna es mi tercera madre -la segunda fue mi abuela la alcaldesa- no le pido que esté conmigo todo el tiempo; si no puedo que lo haga todas las noches, menos en el día.Muchos me preguntan cómo se me ocurre lo que hago y lo que escribo. Pero en realidad lo que quieren saber es por qué a ellos no se les ocurre.Nunca dejo de sorprenderme. Nunca.Mi vida es lo que mis pensamientos hacen de ella. Bueno, también lo que hacen mis acciones y lo que no hacen mis omisiones.Soy de muy poco mantenimiento; de repente se me olvida comer y duermo menos de lo indispensable.Soy bueno para hacer mandados, pero menos bueno para pedirlos.Busco la incertidumbre pues detrás de ella se esconde el aprendizaje y el conocimiento. Por la misma razón, me gusta alimentar mis propias dudas.No creo en los milagros ni en la magia, por eso, cuando alguien en la chamba me dice “vamos a hacer magia” al recibir una encomienda mía, si puedo, lo corro.Cuando alguien de mi equipo se queja del exceso de trabajo, le pregunto: “¿Se te hace mucho?” Y si responde afirmativamente le digo: “Pues anótale, porque ahí te va un bonche más”.Busco tener ojos hasta en la nuca y como no lo consigo, multiplico el ángulo visual de los que tengo al frente.Soy diletante en muchos temas, muchos más de los que domino, pero soy despiadadamente estudioso de lo que no sé.De lo que más sé es de lo que menos me gusta.Soy excesivamente torpe para los trabajos manuales y como zurdo dominante, siempre pregunto para qué lado se afloja un foco.Por lo tanto, me considero una nulidad como “handyman”; hay cosas que no las hago porque no sé hacerlas, porque no quiero, no me gustan ni puedo ni se me antoja aprender a hacerlas.Estoy convencido de que la base del conocimiento es la habilidad para preguntar.

Cajón de Sastre:

Deseo a todos que pasen hoy un plácido domingo.Mañana, cambio de programa, sin faltar los incomparables Saaantiago González y su oficioso defensor Daaaniel Hinojosa, ambos del chat Santiago de ese pueblo mágico, 34 kilómetros al sur de Monterrey.

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