Conversaciones constitucionales en Oaxaca

En la semana que concluye, miles de personas mas procedentes de diversos municipios, pueblos, comunidades o sectores sociales y edades participaron en los Encuentros regionales y temáticos en curso para conmemorar la Constitución oaxaqueña de 1825 y proponer reformas a la Constitución vigente de 1922.

Ha sido muy emotivo que niños, niñas y adolescentes se pronuncien por conocer mejor ese “libro con muchas páginas” que identifican como su Constitución en la que están consagrados sus derechos y que significan no solo las expectativas del presente sino la viabilidad del porvenir para todas y todos.

En lugares tan simbólicos como la Sierra Juárez o Sierra Norte, la región con el índice más bajo y muy bajo de criminalidad en el estado, los integrantes y dirigentes de pueblos y comunidades originarios plantean el reconocimiento y garantías reforzadas de sus formas de vida comunal. Asimismo, proponen mecanismos de diálogo y coexistencia pacífica en su interior y entre ellos mismos y frente a la sociedad étnica, cultural y política dominante: entre iguales, con respeto a sus diferencias y dentro del pacto constitucional federal.

En otros, por ejemplo la Cuenca, en la pujante, batalladora y alegre Tuxtepec, protagonista en la Independencia, la Reforma y la Revolución, la conversación enfatiza la necesidad de mejores garantías para la vida productiva agroindustrial, el comercio y, por ende, la seguridad.

Algunas reflexiones se dirigen a reiterar que los mejores textos jurídicos son los que se presentan en orden, no extensos y con claridad en el lenguaje para que se lean, comprendan y apliquen con efectividad.

En general, la gente en Oaxaca se muestra muy entusiasmada con la cercanía y el contacto directo con los servidores públicos de quienes exigen sencillez, humildad y resultados.

Los Encuentros regionales, temáticos y especiales, promovidos por el gobernador y el Congreso del estado, en sí mismos forman parte de un modelo de gobierno de territorio y de proximidad con las personas y grupos de la entidad.

Ese esquema, en esencia participativo, es inédito, en particular dado que se trata de la Constitución, “un libro con muchas páginas” que se conoce poco y que la gente está asumiendo como un factor clave para su vida privada y pública, para vivir bien y convivir mejor.

La Constitución de Oaxaca del futuro cada vez más cercano deberá servir como marco de referencia y garantías diseñadas para hacer más efectivos los derechos humanos, individuales y colectivos, así como la integridad de pueblos y comunidades.

Si vivir todos iguales en libertad es tan difícil en los hechos, vivir todos iguales con respeto a nuestras respectivas diferencias y los contextos correlativos a unos y otros puede ser más asequible.

Creo que esa es la fórmula para vivir en paz y es conforme con nuestros modos de vida. Debemos enunciarla as en la Constitución y traducirla en un esquema general de valores mínimos compartidos por todas y todos, ya seamos liberales o comunales, para que la comunicación y la acción intercultural florezca desde la inminente primavera oaxaqueña juarista de 2025. La primavera constitucional de las mujeres.