¿Llegamos todas?

Desde el primer discurso como presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum aseguró que con su llegada al máximo cargo público del país, llegaron todas las mujeres, las heroínas de la patria, “pero también heroínas anónimas que, desde casa, su familia y trinchera soñaron con alcanzar sus sueños”.

En verdad, ¿llegamos todas?

Sheinbaum Pardo ha señalado que su gobierno es el segundo piso de la Cuarta Transformación, por lo que tendrá el reto de reconstruir los cimientos que su antecesor hizo pedazos con la desaparición de los refugios a las mujeres violentadas, las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo y el apoyo a los colectivos de búsqueda entre otros.

En todo el mundo las mujeres y las niñas han sido privadas sistemáticamente del acceso a la educación, la atención de la salud y la toma de decisiones económicas y políticas; aunado a que son las principales víctimas de violencia y discriminación; sin embargo, en México, este tipo de situaciones se han hecho más visibles.

Entre las primeras acciones que la presidenta con “A” instruyó en favor de las mujeres, destacan apoyos económicos, y la instauración del año de la mujer indígena, como si con ello la situación de estos grupos vulnerables cambiara.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) el 66 por ciento de las mujeres mexicanas de 15 años y más han sido víctimas de violencia.

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres ha señalado que a pesar de que las mujeres representan poco más de la mitad de la matrícula de licenciatura universitaria y tecnológica, su presencia prevalece en áreas sociales como son educación y salud. Mientras que en áreas técnicas no alcanzan a representar la tercera
parte de la matrícula.

La tasa de participación económica de las mujeres es de 43 por ciento, para los hombres es de 77 por ciento. La tasa de participación económica de las mujeres indígenas es de poco más del 21 por ciento. Más de la mitad de las mujeres ocupadas carece de prestaciones sociales.

El trabajo no remunerado de las mujeres en sus hogares equivale al 17.5% del PIB, el de los hombres el 5.8 por ciento.

Con estos datos, no basta con que lleguen todas si no hay oportunidades, no basta que lleguen todas si no hay salario igual al de los hombres por el mismo trabajo, no basta que lleguen todas si en promedio entre 9 y 10 mujeres son asesinadas al día, no basta que lleguen todas si más del 70 por ciento han experimentado algún tipo de violencia en su vida.

No basta que se instaure un año para visibilizar a la mujer indígena si el 59% de las mujeres de este sector ha vivido algún tipo de violencia y no bastan los apoyos económicos cuando lo que se requiere es igualdad en oportunidades y así no tener un segundo piso disparejo.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Cuál es el peso real que tienen en México los 29 capos que fueron entregados a Estados Unidos la semana pasada? O sólo habrán mandado a quienes les convenía.

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