Leonardo Curzio: “Para producir más, necesitas recaudar más”

loMeses después de que la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ingresara en los libros de Historia como la primera mujer en tomar protesta como presidenta constitucional de México, los periodistas Leonardo Curzio y Aníbal Gutiérrez publicaron, bajo el sello editorial Grijalbo, El mejor país del mundo…: La herencia que recibe Claudia Sheinbaum (2024). Título cuando menos sugerente, aunque igual o más irónico y provocativo.

A propósito de la publicación de este libro, que surge, además de como una inquietud, como un análisis de los retos a los que se está enfrentado y deberá enfrentar la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, el también columnista y locutor Leonardo Curzio habló con 24 HORAS sobre esa herencia que recibió Claudia Sheinbaum de manos del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

“(Diversos países) tienen a estos políticos que se dedican a decirle a su pueblo o a su país, que son el mejor del mundo y que son excepcionales, y eso pega muy bien porque, en México, la presidenta, y el presidente anterior, encontraron esa, digamos, línea de comunicación que les permitió, al mismo tiempo: uno, darle un sentido de empoderamiento a la gente; dos, un sentido de orgullo; y también han logrado movilizar el tema de la esperanza.

Pero la idea de que este país se está moviendo hacia las grandes ligas es muy poderoso. Para nosotros, el efecto que tuvo en campaña, el mensaje tan bien recibido por un sector muy amplio de la población, nos hizo ver, que es la esencia del libro, si en verdad éramos el mejor país del mundo”, comenta el periodista a propósito del germen del libro y la idea de titularlo de tal forma.

Los dos pilares de “El mejor país del mundo”

“Usamos el tema del mejor país del mundo porque hay una sensación gratificante en un amplio sector de la población que aprueba el gobierno mayoritariamente. Nosotros decimos que es un poco este mecanismo satisfactorio del propio discurso político y la propaganda, y al mismo, cerca de un billón de pesos repartido en grupos sociales que dirán: ‘bueno, pues me dicen que somos los mejores, y además me dan dinero’, eso funciona.

“Pero esos dos pilares que realmente son la base del régimen que hoy tenemos descuidan todo el conjunto de asuntos que a este país le permitiría dar el gran salto: nos referimos a salud, educación, todo lo demás“, asevera.

Una analogía con el pensamiento de un Premio Nobel

“Y en lo que tiene que ver con el asunto que tocas (los tópicos elegidos para analizar en el libro), pues nuestro punto de vista es: siguiendo la lógica de este premio Nobel, (Daron) Acemoglu, de que los países tienen oportunidades en un momento determinado para cambiar y son momentos específicos en su historia. México tuvo esta confusión a convergencia de un pueblo muy predispuesto a seguir a su gobierno, una concentración de poder nunca vista (durante) dos sexenios seguidos y la ventana de oportunidad que replanteó el nearshoring, y buena parte de esa oportunidad la perdimos en la reproducción del propio sistema, con los dos pilares que ya te decía: gasta el dinero repartiendo, lo cual puede ser bueno para algunos pero no te permite catapultarte un crecimiento económico  mayor, en suma dar el gran salto.

“Hoy México es como lo decretan los decretos de Trump y la expresión de nuestra presidenta: igual que el 2018, en prácticamente todos los ámbitos: crecimos al 1%, en materia de seguridad es un desastre, y bueno, pues hemos perdido, decimos nosotros, una oportunidad dorada de dar el gran salto.

“Mi impresión es que Claudia Sheinbaum está en estos momentos anclada en esa defensa de reformar, un conjunto de reformas, (donde) quizá la más tóxica de todas sea la reforma judicial, que le quitan al país la posibilidad de ser más competitivo por mantener un discurso movilizador que en lo político les puede dar resultados en el corto plazo, pero que a mediano plazo no le permite al país liberar todo su potencial”, concluye reflexivo el también doctor en Geografía e Historia.

Las oportunidades de Claudia Sheinbaum en el mejor país del mundo

A priori, Leonardo Curzio apunta que “ni en infraestructura, ni en cultura, ni en educación, ni en salud, ni en ingreso per cápita somos ni siquiera uno de los quince países más importantes del mundo”. Ante ello, percibe, en el caso de la presidenta, una confusión en términos de “sus fines y medios”, específicamente en el “Plan México”.

“Veo una confusión enorme entre plantearte este propósito y al mismo tiempo tener elementos restrictivos para la inversión (…) y nos urge inversión, inversión que el gobierno no tiene, no tiene dinero, no tiene disponibilidad y no tiene espacio fiscal para invertir, y le va poniendo, en este caso a la inversión, una serie de trabas, lo cual es cuando menos contradictorio.

“Y la otra es que, al mismo tiempo que intenta hacer un país abierto y hospitalario a la inversión, no solamente pones esos reglamentos, sino que apruebas reformas (principalmente la judicial) que son absolutamente tóxicas. No hay economía de mercado, ni país de la OCDE que funcione con un sistema electivo en el poder judicial.

La base de un poder judicial es que dé certidumbre, que permita limitar al poder político en sus afanes, como hoy estamos viendo en Estados Unidos, que a Trump le recuerda que él será muy poderoso y tendrá la mayoría (en el Congreso y el Senado), pero no puede cambiar el espíritu a la Constitución quitándole la nacionalidad a la gente que nace ahí. La presidenta, al mismo tiempo   que quiere conseguir ese objetivo, deja seguir corriendo estas reformas que en mi opinión van en el sentido contrario de ser un país hospitalario con la inversión”, explica el periodista.

La posibilidad de una reforma fiscal progresiva

Se gasta, pero no se recauda de la misma forma. La liga puede estirarse, pero en algún momento se puede romper. A pregunta expresa de su visión ante la posibilidad de implementar una reforma fiscal progresiva, el también académico respondió:

“Yo tengo la impresión de que, naturalmente, este país debería plantearse una reforma hacendaria; lo primero: habría que ver si es sensato que tengamos un gobierno que gasta tanto dinero –finalmente nos dicen que ha habido austeridad republicana, pero si tú ves los presupuestos de la era neoliberal y los comparas con la obra estelar de la 4T, son el doble: el gobierno está gastando al doble de lo que gastaron los anteriores, prácticamente–.

“(…) lo primero que tendrías que decir: si necesita más ingresos, pero, tal vez sería sensato ver si estamos gastando adecuadamente. Lo segundo es, para que haya más recaudación el país tiene que crecer más, (…), entonces, para recaudar más, necesitas producir más”, considera.

Curzio lo tiene claro: el gobierno gasta mucho y desea seguir en la misma línea, por ello, señala, se tienen dos caminos: “uno: convencer a la gente de que el impuesto que vas a cobrar es un impuesto equitativo y justo, y lo segundo: que es un impuesto que te va a permitir recaudar, porque meter impuestos que te den una recaudación ínfima no tienen efecto”. Concluye severo, pero pragmático, pues considera que sólo hay una de dos: “o gastas menos, o creces más para tener un ingreso más amplio”.

Leonardo Curzio y Aníbal Gutiérrez presentarán El mejor país del mundo el próximo 23 de febrero a las 15:00 horas en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

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