Trump 2.0 y su impacto en el sector financiero mexicano

Con Donald Trump recién retomando la presidencia de Estados Unidos, se plantean nuevas dinámicas económicas y comerciales que generarán estrés a la planeación financiera de México. Entre las medidas propuestas destacan un posible cobro de comisión a las remesas, un endurecimiento en los controles aduanales y aranceles diferenciados según el grado de integración de los productos mexicanos en la cadena de valor de Estados Unidos. Estas políticas tendrían consecuencias inmediatas para el sector financiero, particularmente en la banca de menudeo y el financiamiento a las PyMEs.

Comisión a las remesas: impacto directo en el consumo y el sistema financiero

Las remesas, que representaron más de 60 mil millones de dólares en 2024, son un pilar para la economía mexicana. Si Trump implementa una comisión para financiar el muro fronterizo u otros proyectos de seguridad, el impacto sería;

Reducción de ingresos netos para las familias receptoras:

Una comisión del 5% o más sobre las remesas podría disminuir significativamente el ingreso disponible de millones de hogares, afectando su capacidad para cubrir necesidades básicas y su acceso a productos financieros como créditos personales e hipotecarios.

Mayor informalidad en las transferencias:

Los migrantes podrían recurrir a métodos informales para enviar dinero, como redes privadas o criptomonedas, disminuyendo el uso de intermediarios financieros tradicionales. Esto impactaría negativamente a bancos y fintechs que se benefician del procesamiento de remesas.

Desaceleración del consumo:

La disminución de las remesas afectaría el gasto en bienes y servicios, especialmente en regiones rurales y comunidades que dependen altamente de estos ingresos, con implicaciones para la banca de menudeo.

El origen del problema es la falta de capacidad de los diferentes gobiernos mexicanos y sus políticas públicas para generar oportunidades de desarrollo y de esta forma no incentivar la migración. Pero la realidad es que la migración y remesas son factor para gobiernos sin propuestas y que han sido beneficiados por las remesas en el consumo y ahora aderezados con programas sociales sin fuente propia, por lo que la carga tributaria principalmente a los trabajadores formales y empresas es su base de recaudación.

Controles aduanales más estrictos: costos y tiempos para las PyMEs exportadoras

El endurecimiento en los controles aduanales por parte de EE. UU. podría aumentar los costos de operación para las empresas mexicanas;

Aumento en costos logísticos:

Los retrasos en las cadenas de suministro y los costos adicionales asociados a inspecciones más rigurosas afectarían a las PyMEs exportadoras, reduciendo su competitividad y su capacidad de cumplir con plazos contractuales.

Mayor necesidad de financiamiento de corto plazo:

Las PyMEs enfrentarán mayores requerimientos de capital de trabajo para compensar los retrasos y cubrir las tarifas adicionales, incrementando la demanda de financiamiento. Sin embargo, en el sector financiero podrían ser más cautelosos ante el aumento del riesgo comercial.

Aranceles diferenciados por grado de integración: el nuevo reto comercial para México

Trump podría aplicar aranceles escalonados basados en el grado de contenido regional de los productos exportados desde México;

Sectores más vulnerables:

Las industrias con menor integración regional, como textiles, alimentos procesados o manufacturas ligeras, serían las más afectadas. Esto generaría una presión significativa para las PyMEs que participan en estas cadenas de valor.

Incentivos para integrar cadenas productivas:

Las empresas mexicanas que logren aumentar su contenido regional mediante asociaciones con proveedores en EE. UU. o Canadá podrían evitar los aranceles más altos. Esto abriría oportunidades para la banca en el financiamiento de proyectos de reestructuración productiva y adquisición de insumos locales.

Impacto en financiamiento:

Las empresas que no puedan cumplir con los nuevos estándares enfrentarán dificultades para obtener financiamiento, al verse limitadas por menores márgenes de rentabilidad y mayores riesgos operativos.

Efectos en el sector financiero mexicano

Banca de menudeo;

Incremento en la morosidad:

Las familias afectadas por la reducción de remesas podrían enfrentar dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras, aumentando la cartera vencida en productos como tarjetas de crédito y créditos personales.

Disminución de la demanda:

La menor capacidad de consumo afectará la colocación de nuevos créditos, especialmente en regiones rurales o marginadas.

Financiamiento a PyMEs:

Mayor selectividad en los créditos:

Los bancos serán más cautelosos al otorgar financiamiento a PyMEs exportadoras que enfrenten aranceles o problemas logísticos, priorizando sectores menos vulnerables.

Oportunidades para sectores clave:

Las PyMEs que logren integrarse a cadenas de suministro regionales o que participen en el nearshoring tendrán acceso a financiamiento especializado, como créditos para modernización tecnológica o expansión de operaciones.

Sector financiero no bancario:

Incremento en la demanda de financiamiento alternativo. El sector financiero no bancario podría beneficiarse de las barreras impuestas por los bancos tradicionales, ofreciendo crédito a segmentos desatendidos, aunque esto conlleva un mayor riesgo de morosidad.

Estrategias de mitigación para México

Fortalecer la integración regional:

México deberá impulsar políticas que promuevan la integración de cadenas productivas con contenido regional, facilitando la colaboración entre empresas nacionales y extranjeras.

Diversificación de mercados:

Es crucial reducir la dependencia del comercio con EE. UU., fomentando exportaciones hacia Europa, Asia y América Latina, donde las barreras comerciales son menores.

Incentivar la formalización de las remesas:

Se podrían establecer incentivos fiscales o programas de apoyo para que las remesas sigan fluyendo a través del sistema financiero formal, evitando pérdidas significativas.

Reestructurar el financiamiento PyME:

El sector financiero debe desarrollar productos financieros más flexibles, como líneas de crédito revolventes o programas sectoriales, para atender las necesidades de las PyMEs afectadas por los aranceles y controles aduanales.

El regreso de Donald Trump traerá un panorama desafiante para México, marcado por políticas proteccionistas que afectarán las remesas, las exportaciones y las PyMEs. Sin embargo, este escenario también abre oportunidades para diversificar la economía, fomentar la innovación financiera y fortalecer la integración regional.

El sector financiero deberá adaptarse rápidamente, equilibrando el manejo de riesgos con la identificación de nuevas áreas de oportunidad para seguir impulsando el desarrollo económico del país. Hoy está altamente concentrado en activos y utilidades, 10 entidades bancarias solamente concentran el 90% del negocio. Esto significa que las autoridades financieras no han generado políticas y reglas de competitividad en el sector financiero y que si realmente se busca generar oportunidades para todos, deben buscarse mejores acciones para desarrollar regiones y sector financiero diversificado y adecuadamente supervisado y no sobre regulado.

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