El INE sí se tocó

Desde su creación el INE fue la institución mejor calificada, que cumplió con sus atribuciones constitucionales y ganó prestigio por su autonomía y profesionalismo. El organismo consiguió erigirse como garante de la democracia y cumplir con su función primordial de legitimar ante el pueblo de México a los representantes populares electos por el voto.

Desde 1996 el IFE/INE manejado por un Consejo Ciudadano con voz y voto cobró independencia al dejar de estar subordinado a la Secretaria de Gobernación y abandonar el control del partido hegemónico, lo que dio lugar a que el resultado del voto libre y secreto se contara, se respetara y se impusiera frente a los intereses de los grupos dominantes, este instituto funcionó como un reloj suizo hasta la elección de 2021.

La destrucción

La reforma que AMLO promovió y la imposición de la actual presidenta, Guadalupe Tadei, así como de diversos consejeros por parte del expresidente y de su partido Morena, han traído de vuelta el uso perverso y demoledor de la democracia que ya vivimos antes, entre partido dominante y gobierno para a costa de todo y de todos, imponer a gobernantes, legisladores y ahora lo peor, hasta al poder judicial.

¿Venezuela?

De hecho, el modelo adoptado por AMLO y la 4T para la organización y posteriormente robarse las elecciones es exactamente el mismo que funciona en Venezuela con el Consejo Nacional Electoral que creó Hugo Chávez.

Si alguna rama del Estado en Venezuela ha sido objeto de controversias en todos estos años, ha sido este Consejo, un poder público con rango constitucional, teóricamente autónomo, inscrito en el criterio de la democracia participativa de corte chavista.

En México con la 4T, el rumbo que se le ha dado al INE ha sido el mismo. Su presidenta, Guadalupe Tadei es un personaje ligado plenamente a Morena y sus intereses, su familia, hijos, sobrinos, hermanos y primos están incrustados en el partido oficial, en puestos clave de la administración pública y en los congresos federal y locales.

Compadrazgos

Desde que arribó a ocupar la presidencia del INE se impusieron cuadros de amigos y cómplices comprometidos con Morena y a las órdenes de la presidencia de la república, que desplazaron a todos los funcionarios de carrera, preparados e independientes.

Como ha sido la característica de este gobierno, a su llegada también cambiaron la proveeduría para otorgar los contratos a empresas de amigos y allegados que ahora abastecen de todo el material electoral, boletas, actas, urnas.

La elección de jueces, una farsa

Bajo esa premisa, con un INE sometido a los intereses del ejecutivo y del partido hegemónico, las elecciones se arreglan a petición del cliente único.

Así ocurrirá en la elección de jueces, una farsa que costará millones de pesos y cuyo verdadero resultado se conoce de antemano, el poder quedará en la línea de una sola persona, el poder de la tiranía.

Actualmente el INE es un apéndice de Morena y de sus intereses, nos regresaron a las épocas más siniestras cuando Manuel Bartlett consumó el fraude más grande de la historia contemporánea del país, se le “cayó el sistema” cuando el sistema ni siquiera existía.

La única resistencia fue ciudadana.

X: @diaz_manuel