Polvo tóxico importado: Buscando la contaminación en lugares equivocados

Quinto Elemento Lab junto con el investigador Martín Soto Jiménez prendieron el foco rojo al hacer una investigación sobre la contaminación causada por una planta de “reciclaje” que recupera zinc desde el polvo de desechado por compañías recicladoras estadounidenses que buscan recuperar acero de chatarra que proviene de automóviles, refrigeradores entre otros fierros.

Más peligroso que las armas de fuego

Todos sabemos, aunque nos hagamos de la vista gorda, que la frontera con los Estados Unidos no es la mejor para filtrar muchas de las armas que llegan a manos de personas del crimen organizado acá en México.

También sabemos que México también es una especie de bote de basura de los gringos donde nos mandan basura tóxica que ellos no pueden o no quieren manejar. No sé si en aras del nearshoring o porque es un negocio redituable se acepta tener cementerios de basura tóxica gringa en nuestro país.

Estos contaminantes son el asesino silencioso que también mata con plomo pero no en forma de balas sino flotando en el aire y afectando a la población que vive cerca y no tan cerca de este tipo de cementerios y plantas.

Según la investigación publicada por Quinto Elemento Lab y el periódico inglés The Guardian, la planta de Zinc Nacional está trabajando desde los 90’s y en 2022 importó 200,000 toneladas del polvo de acero de compañías de los Estados Unidos.

El proceso de obtención del zinc muchas sustancias peligrosas son liberadas a la atmósfera como polvo que contiene plomo, cadmio y muchas otras sustancias tóxicas que son respiradas por las personas que viven en un radio de 2 kilómetros alrededor de la planta. Los vecinos se quejan del polvo y humo de la planta y argumentan que provoca lluvia acida que finalmente afecta a la pintura de sus automóviles.

Fuera de los estándares de los Estados Unidos

La investigación de Soto Jiménez da indicadores que salen hasta 80 veces más altos que los estándares gringos mostrándonos que lo que se investigó no es cualquier cosa.

De terror saber que en una escuela primaria cercana a la fábrica se tienen niveles 1,760 veces más altos que los estándares estadounidenses. Y en casas cercanas más de 400 veces mas altos.

Los niveles de contaminación de donde se realizó la investigación son más altos que los mismos estándares mexicanos , eso que estos estándares son más permisivos que los estándares estadounidenses.

Se prohíben los vapes pero no se hace nada con las fábricas

Vemos que se hace una ley anti vapes para salvar a la “juventud” del peligro de utilizar este tipo de artefactos. ¿Por qué no hacer una investigación más consciente de los peligros de importar basura tóxica de los vecinos del norte?

Si el presidente Trump quiere poner aranceles en no sé cuántas cosas para proteger al mercado gringo, ¿Por qué no se ponen los suficientes aranceles para que salga carísimo que las compañías estadounidenses le piensen al momento de mandarnos basura?

Si esto de los vapes se hizo porque el hijo de algún político mexicano le entro a la vapeada, ¿sería necesario que los hijos de los políticos vivan alrededor de las fábricas para que pase algo?

Lo que no es plano es chipotudo

Siendo ingeniero industrial me sorprende el número de certificaciones ambientales que ha obtenido la planta de Zinc Nacional ISO medio ambiental, certificados de industria limpia y hasta de empresa socialmente responsable.

¿Habría que investigar al investigador que publicó en The Guardian y en Quinto Elemento Lab y que ha sido replicado por periódicos como El Norte? O ¿habría que revisar la metodología de todas las certificaciones que tiene la planta para ver cómo se lograron?

Mientras son peras o son manzanas, no sobraría que universidades locales como el Tecnológico de Monterrey o la Universidad Autónoma de Nuevo León hicieran una investigación que confirmará o tumbará la investigación de Jiménez Soto.

¿Usted le daría el beneficio de la duda a la investigación de Quinto Elemento Lab?

Basta recordar las mallas ciclónicas del estadio Universitario cercano a muchas plantas industriales con ese polvillo raro pegado en ellas.

¡Ánimo!

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