100 días de transformación social

En el gobierno de Morena, desde los tiempos de Andrés Manuel López Obrador, precursor y máximo referente político del movimiento, nos hemos acostumbrado a la rendición de cuentas de forma transparente. Desde luego, esos datos son de interés público, especialmente cuando se trata de beneficios sociales y proyectos que, como tal, vendrán a profundizar esta continuidad que estamos viviendo con nuestra presidenta de México, Claudia Sheinbaum. En sí, todavía hay un largo camino por recorrer; llegamos, en términos numéricos, a los primeros 100 días de la administración y, para ello, la jefa de Estado, fiel a su estilo, ha salido a informar al pueblo de México todo lo que se ha concretado con voluntad y responsabilidad, eso sí, con una efectividad que las mismas encuestadoras evidencian en sus metodologías.

De acuerdo con la encuesta que publicó MetricsMx— para SDPnoticias— Claudia Sheinbaum tiene más del 74% de aprobación. Tomando en cuenta que la metodología, con relación a otras, fue de las más acertadas en el proceso electoral del 2024, podemos hablar de un respaldo abrumador y, lo mejor de todo, una legitimidad impresionante desde que asumió el poder institucional. Eso demuestra, que entre el acompañamiento de las obras pendientes y la continuidad de un proyecto de nación, la presidenta no se limitará para movilizar el recurso a las causas que mayor atención demandan, especialmente a todos aquellos sectores que, por su vulnerabilidad, requieren la asistencia del gobierno. A ellos, por cierto, se les dará prioridad para ser beneficiarios de más programas sociales en educación, campo y salud. Pensando primero en ellos, Morena, bajo esa declaración de principios, deja claro que el humanismo es su principal bandera.

Y como no hablar del marco donde se realizó el informe o, mejor dicho, la fiesta popular del pueblo de México. Miles de personas, desde las inmediaciones de Bellas Artes, hasta el corredor que lleva directo al Zócalo, abarrotaron cada rincón para festejar los primeros 100 días de gobierno de Claudia Sheinbaum. Eso, además del impacto social que provocó a nivel nacional, fue también motivo de irritación de la oposición. No podíamos dejar pasar ese elemento, pues el PRIAN, como un espectador, miró de cerca el enorme cariño que la población civil tiene por el proyecto de la 4T. Ese pueblo, como tal, es el principal defensor de las acciones que ha puesto en marcha el gobierno desde los tiempos de Andrés Manuel López Obrador. Todo eso se ha convertido en obra, desarrollo, estabilidad y equilibrio financiero, lo mismo que un abanico de oportunidades para rubros sustanciales como la seguridad, la educación, el campo y el deporte. Así lo expresó la misma jefa de Estado en su informe de actividades al que nos tiene acostumbrados en esa flexibilidad de la rendición de cuentas.

A nuestro juicio, Claudia Sheinbaum, que signó un compromiso con el pueblo de México, ha cumplido al pie de la letra los primeros compromisos con la población civil. En principio, sabíamos qué eso sucedería con una mujer que, durante años, se ha entregado a la causa del movimiento. Y vaya de qué forma, pues su reconocimiento, a nivel nacional e internacional, rompió cualquier paradigma sociopolítico. Esas son razones suficientes para augurar un futuro prometedor en este sexenio. Desde luego, viene en puerta la toma de protesta del gobierno de los Estados Unidos, que siempre repercute en varios aspectos por el impacto, sin embargo, Sheinbaum, con ese oficio que tiene sus manos, sabrá manejar y enfrentar una relación bilateral con mucho respeto. Eso, como parte de su discurso del Zócalo, lo subrayó en su proclama.

En lo social y político, lo mismo que en la labor coordinada con los gobernadores de todas las fuerzas políticas, Claudia Sheinbaum puede presumir que, en estos 100 días de trabajo, el apoyo, ante los desafíos que se enfrentan en cada territorio, se han ido atendiendo con responsabilidad. Eso ha logrado una gobernabilidad y una logística que, en buena medida, constituyen puentes de interlocución. Recordemos que luego del triunfo abrumador del pasado dos de junio, Sheinbaum, con gobernadores y gobernadoras, se reunió para ver la viabilidad de algunos proyectos que, con todo el impulso de la federación, serán una realidad. Hablamos de universidades, fortalecimiento al sistema ferroviario, puentes, red carretera y ambiciosos proyectos de la talla del Tren Maya. Para tal efecto, Claudia ha ofrecido el respaldo total para multiplicar esas acciones que, a la postre, estamos convencidos, llevarán a México a otras latitudes de modernidad.

Ahí, evidentemente, no podemos ignorar el buen trabajo que están realizando los mandatarios estatales que, a propósito de ello, se dieron cita en el corazón de la lucha democrática: el Zócalo de la Ciudad de México, un emblema de las largas batallas que protagonizó Andrés Manuel López Obrador. Eso, que por supuesto fortalece la legitimidad de la presidenta, se nutrió por el acompañamiento de cuadros importantes que, a nivel de competitividad, han mostrado su capacidad. Vimos muy de cerca, por ejemplo, al titular del ejecutivo en Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, que por cierto tiene un abrumador respaldo en la aprobación por el nivel de acciones que han concretado a la mitad de su gestión.

Nombrar a tantos protagonistas de estos cambios nos llevaría espacio y tiempo. Aunque, en concreto, desfilaron precursores del movimiento que ahora son parte fundamental del esquema, como el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez. En ese sentido, atestiguamos la presencia de otros cuadros que se han ido incorporando desde hace mucho tiempo y que, para la causa, son activos políticos muy sobresalientes. Hablamos de Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, y el mismo Alejandro Armenta, que ahora conduce los destinos de Puebla. Siendo todos ellos, parte crucial del engranaje, en efecto, han trascendido. Como la misma Delfina Gómez en el Estado de México; o qué decir del buen desempeño de Javier May en Tabasco y Rocío Nahle en Veracruz. Y si quisiéramos continuar sobresaliendo las cualidades del relevo generacional, podemos citar a muchos senadores que, seguramente, están listos para la transición de las elecciones intermedias del 2027.

En 100 días de gobierno, para ser más precisos, podemos puntualizar desarrollo, estabilidad y progreso social, lo mismo que larga vida para el movimiento que, no tengo la menor duda, ganará las 15 gubernaturas en 2027.

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