100 días desde la oposición
La verdad de las cosas, en mis 51 años de vida jamás nadie me había bautizado como “opositora” o miembro (o miembra, como quizá me pedirían algunos que utilizara este término) de la oposición. Sinceramente no me asumo como tal.
Hay mucha gente de la oposición que lo único que quieren es salir en las fotos, el protagonismo, las luces y cámaras encima de ellos, todo eso les importa menos el país. No me siento parte de ellos.
Yo, que ya de pronto siento que estoy por entregar el equipo, porque a mis 50 (y uno) la carga en esta vida se vuelve un poco más pesada, no se me da el querer brillar más que nadie ni creerme la gran sabionda.
Solo quiero vivir pero en consciencia, sin perder de vista que lo más importante es estar atentos a lo que sucede con nuestro país y vigilar que los políticos que trabajan para nosotros hagan bien su trabajo. Eso sí, no lo pienso dejar de hacer.
Dicho lo anterior, escribiré esta columna desde lo más profundo de mi corazón, siendo totalmente objetiva como, creo, he sido siempre, sin arrebatos pasionales y sin que crean que me pagarán de más si hablo y escribo bien de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Y a 100 días de su toma de protesta aquí mi análisis:
Sinceramente, nunca sentí el cambio de gobierno, quizá porque así es como pretenden los morenistas que sea. Mientras gobernaba Andrés López Obrador, Claudia Sheinbaum ya se encontraba de gira por todo el país, mucho antes que el INE, ese ya inexistente, lo permitiera. Entonces, la transición pasó sin pena ni gloria para mí.
Un día era López Obrador el presidente y al otro día era Claudia Sheinbaum. Como la misma cosa, con las mismas palabras, la misma narrativa, los mismos apodos para quienes no son aplaudidores de Morena… Lo mismo.
El cambio lo vi hasta que empezaron las mañaneras, en las que, la verdad, fue como tomar una bocanada de aire puro, porque con Claudia Sheinbaum se terminaron los manoteos, los golpes al atril, las risas burlonas de un presidente que se decía que gobernaría para todos, pero que estaba todos los días encolerizado y furibundo.
Claudia Sheinbaum ha sido más mesurada, no parece tener intenciones de ser agresiva cuando le preguntan alguna cosa incómoda. Ella sigue eligiendo qué reportero o medio va a participar en la ronda de preguntas. Entonces no existe una pluralidad como ella prometía. El viernes mismo, sintonizando la mañanera la vi señalar con su dedo a quienes podrían hablar. Me parece eso es demasiado dictatorial.
Ojo: No estoy diciendo que ella sea una dictadora pero vendría bien que se eligiera otro método para que todos los periodistas y medios puedan cuestionarla; es lo justo.
Entonces pues ya, sinceramente, las mañaneras nadie las ve, hay que aceptarlo y no se puede negar que sí eran vistas y mucho con López Obrador.
No es porque Claudia sea menos que Andrés Manuel, sino que el segundo era todo un show-man del entretenimiento.
Andrés Manuel López Obrador, en su complejo de no saber mucho de muchas cosas, se ponía a hablar de historia en sus mañaneras, que sin duda sí le sabe ahí pero nada más ahí . Nada más eso.
Claudia Sheinbaum ha demostrado tener más preparación por lo menos académica y de conocimientos, por lo que no se atreve a decir tantas barbaridades como su líder… No tantas, digo.
Al darse a conocer las masacres que han habido en el país, todas ellas con un odio infinito, poniendo cabezas de personas en el toldo de los autos y los acribillamientos en casi todo el país, más todos los actos de violencia en las carreteras, empecé a tener un especie de miedo, pues usualmente viajo por carretera de Querétaro a México y se instaló en mi una sensación de inseguridad.
Pero, esta última vez que viajé para la hermosa CDMX noté que había mucho más presencia de la Guardia Nacional en la carretera. No sé si porque era temporada de vacaciones navideñas o porque Claudia ha decidido en verdad cuidarnos a todos…ojalá sea así.
Que también Claudia Sheinbaum se apoye y arrope a Omar García Harfuch junto a ella es una muy buena decisión.
Sigo pensando que Omar tiene el carácter y la presencia para enfrentar al crimen organizado pero también para que el ya casi presidente Donald Trump aprenda a respetarnos también.
La situación con el sistema de salud sigue siendo altamente precario. Me parece que es un tema que ya se les salió de las manos a todos.
No veo a un secretario de salud muy activo realmente, y ante nuestros ojos vemos muchos casos de personas que no encuentran sus medicamentos o no son atendidos en tiempo y forma.
No estamos ni estuvimos cerca de Dinamarca ni geográficamente ni hospitalariamente. El sistema de salud que le dejó López Obrador a su siempre consentida Claudia Sheinbaum es un mugrero absoluto… Y no, no es culpa de Felipe Calderón.
Con esperanza vi que se instaló la Secretaría de Mujeres comandada por Citlalli Hernández, pero aún no se le ve en acción realmente. Ojalá funcione y camine, porque siguen habiendo muchos feminicidios en nuestro país.
Sí siento que la gente, por otra parte, ya no está tan polarizada ni dividida como antes.
Claudia Sheinbaum no llama al encontronazo entre unos y otros como diariamente lo hacía López Obrador.
Al menos el clima es de paz en reuniones familiares y en charlas de sobremesa.
Personalmente, en 100 días he buscado empleo sin nada de éxito, quizá por mi edad o porque algunos me dicen que ando escribiendo de política todo el tiempo y que por eso nadie confiaría en mí , pero creo que valgo oro la mera verdad, modestia aparte, pero aún no se dan cuenta algunos… Pero sí, 100 días que he buscado una oportunidad laboral y en 100 días nadie me la ha dado.
Platicando con un morenista de cepa, le he preguntado cuáles avances ha visto con Claudia Sheinbaum, esta persona me dice que se ha avanzado en temas de seguridad, o que al menos nos va mejor en ese sentido que con López Obrador. Yo difiero.
También dice que la gente ya no está tan enojada como cuando gobernaba López Obrador y le doy la razón.
En 100 días no he visto una oposición real, sigue sin haber estructura ni liderazgo ni ganas ni valor.
Felipe Calderón, al que muchos hubieran querido como líder de la oposición, ya no vive en México y Xóchitl Gálvez ha intentado volver a posicionarse como tal pero la gente ya no le apuesta tanto, sienten que debió de haber sido más agresiva con Claudia Sheinbaum y sí, realmente Xóchitl no lo fue y no lo fue porque su forma de ser no es así, pero se sienten traicionados y es válido que se sientan así.
100 días que ya pasaron y muchos días que están por pasar, pero estos, cargados de una incertidumbre con respecto a las afrentas que Donald Trump nos hace.
Pero ahora Donald Trump no la tiene nada fácil, después de decir hace unos días que las deportaciones de mexicanos ilegales serán un hecho y que además de todo serán deportadas personas que están internadas en hospitales psiquiátricos de aquel país, Claudia Sheinbaum ha enviado un equipo de ayuda humanitaria para Estados Unidos por los sospechosos y desafortunados incendios en California.
En ese sentido un Donald Trump ya se le vería de muy mala leche como vulgarmente se dice, si después de la ayuda que México está enviando a California, él siguiera amenazando a nuestro país.
100 días en donde tuve dos intervenciones quirúrgicas que tuve que hacerme de manera particular porque en hospitales públicos me daban fecha para nunca acabar.
100 días que han sido de reflexión para mí en donde quiero y me esfuerzo por confiar en nuestra presidenta. En donde anhelo que tenga un acercamiento amoroso con personas que no son aplaudidoras y que sea cierto que va a gobernar para todos y para todas. Sigo expectante y analítica.
Las redes sociales son ya el primer medio de información para muchísima gente. Por eso es que todo lo que hagan nuestros políticos será altamente cuestionable y evidenciado.
Es esta era digital, vertiginosa, e implacable, que graba en un segundo las cosas y las viraliza, es hoy a lo que se enfrenta Claudia Sheinbaum. Ella y todo su gabinete, cabe decir.
Pero hablando de su gabinete son 100 días que han pasado que no ubico quién es quién ahí pero que perfectamente ubico y el que creo merece estar ahí es a Omar García Harfuch. Del resto no tengo idea.
Los siento tibios y opacos. Será que les da miedo decir mentiras y no cantar verdades. Será que la que brilla es Claudia Sheinbaum que no los ve como cuates en cantina como sí lo hacía AMLO con su gabinete. Puros cuates
En fin, hasta acá mi reflexión:
Ya veremos lo que sucede en los otros 2090 días que le quedan a Claudia Sheinbaum como Presidenta de México.
Es cuanto.