Tabasco está en llamas y no hay bombero
La Presidenta Claudia Sheinbaum está convencida de que el combate efectivo y frontal contra la delincuencia debe ser uno de los ejes principales de su gobierno. Sin embargo, tanto la cuatroté como el morenismo en Tabasco piensan todo lo contrario.
Ni la ven, ni la oyen…
Y es que en la entidad de donde es oriundo el expresidente López Obrador todos andan por la libre, principalmente Adán Augusto López Hernández, actualmente coordinador de Morena en el Senado y José Ramiro “Pepín” López Obrador, secretario de Gobierno tabasqueño. La situación está color de hormiga en dicho estado desde que Javier May Rodríguez juró como gobernador y se dispuso a romper las sinergias (todo mundo sabía que existían, pero nadie se atrevía a hablar de ellas) entre el gobierno estatal y el crimen organizado. En una de sus primeras conferencias de prensa como gobernador, May señaló, sin mencionarlo por su nombre, que Adán Augusto tenía que dar explicaciones sobre los vínculos de Hernán Bermúdez Requena (conocido en el bajo mundo como el “Comandante H”) con la delincuencia organizada.
Para quienes no lo recuerden, Bermúdez Requena fue nombrado titular de la Secretaría de Seguridad de Tabasco por Adán Augusto cuando éste fue gobernador en aquella entidad y renunció a este cargo el 4 de enero del año pasado tras una ola de hechos delincuenciales que se presentaron en la capital Villahermosa y que dejaron como saldo varias personas muertas, comercios saqueados y quema de vehículos. Las autoridades locales atribuyeron estos actos a una célula conocida como “La Barredora”, protegida aparentemente por Bermúdez Requena y el gobernador interino Carlos Merino.
Desde que tomó posesión como gobernador, el 1° de octubre de 2024, May Rodríguez ha tratado de desmarcarse de las herencias y los enjuagues de sus antecesores, lo que ha provocado que los delincuentes muevan sus piezas para desestabilizar su gestión. Un botón de muestra de ello lo representa el ataque al bar “La Casita Azul” en Villahermosa durante la madrugada del pasado 4 de enero y que arrojó como saldo 5 personas muertas y 7 lesionadas. A finales de noviembre de 2024 también se registraron otras dos masacres que dejaron un total de 7 fallecidos.
Pero el colmo de esta situación se presentó el Día de Reyes, el lunes 6 de enero, en el municipio de Macuspana, de donde es originario Andrés Manuel, cuando hombres encapuchados, al parecer miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), convocaron a la población en una zona cercana al palacio municipal, en la colonia El Castaño, para repartirles juguetes a los niños y darles a sus mamás roscas de reyes: “Este regalo es sin compromiso de nada, solamente es para robarle una sonrisa a los niños (…) Se los manda el ‘Señor 88’ a nombre de la empresa, queremos apoyarlos, estamos para cuidarlos”, decían los delincuentes a los asistentes mientras repartían los obsequios. ¡Vaya cinismo!
Pero eso sí, la señora Luisa Alcalde, dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no ha dicho ni pío.
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