El futuro político de Morena para el 2027
La oposición, carente de liderazgos, sigue concentrando sus baterías en atacar al gobierno, y las determinaciones que se han tomado en mayoría en ambas cámaras legislativas. En la primera, que ha sostenido la misma narrativa, le dedica el mayor tiempo posible para descalificar las acciones que, para la mayor parte de la población, son las políticas acertadas. He ahí la gran diferencia, ya lo hemos dicho, entre un proyecto y otro. La mala noticia para el PRIAN, pese a tomar caminos distintos, es que los sigue identificando la propia causa; es decir, representan absolutamente lo mismo. Eso, en principio, no augura un cambio sustancial en el timón del conservadurismo; podrán renovarse y cambiar las estructuras, pero conservan la esencia que es imposible de borrar.
La última ocasión que vimos una derecha vigorosa, fue en aquel Pacto por México. Eso, al final de cuentas, enterró por completo al Revolucionario Institucional y, de paso, fragmentó al PRD. Ya todos sabemos cuál fue el destino final del Sol Azteca. De hecho, lo mismo podemos decir que vivirá el PRI, luego de la sacudida que recibió en las elecciones del pasado dos de junio, en especial por los designios de Alejandro Moreno, que ha sometido a su antojo al Comité Ejecutivo Nacional y su toma de decisiones. Él podrá decir muchas cosas, sin embargo, es un hecho que no hay un vínculo con la población civil por el pasado de corrupción que representan. Hoy, por ejemplo, ese efecto los ha llevado a tener una representación mínima en ambas cámaras legislativas y, lo que es peor, sus números no lucen positivos para las elecciones intermedias del 2027.
Del PAN podemos decir lo mismo. Han simulado reinventarse al reemplazar al presidente de acción nacional. Darle la batuta a Jorge Romero, es cómo acelerar la degradación. Alguien que tiene fuertes señalamientos de corrupción, no representa una alternativa para sacar del agujero al blanquiazul. La mayoría estamos de acuerdo en que, para lo que se avecina, el PAN no tendrá chance de disputar con nivel en ninguna competencia democrática que esté en puerta. De hecho, no han sido capaces de construir un contrapeso decoroso. Hay muchas razones para ir asegurando que, en un futuro inmediato, continuarán perdiendo terreno, sobre todo con la erosión que provocará Xóchitl Gálvez. Ella, al haberse postulado como política independiente, fragmentará las bases del conservadurismo.
Morena, como primera fuerza política, naturalmente no depende únicamente del mal momento que vive la oposición. El movimiento, que sabemos tuvo su mayor auge con la imagen de Andrés Manuel López Obrador, vive su apoteosis porque han sabido aprovechar la oportunidad que el pueblo de México ha depositado en ellos. Esto no es un instante temporal; el lopezobradorismo, como tal, está predestinado a tener larga vida por las políticas públicas que ha implementado. Desde luego, ese instante inmejorable los pone como claros favoritos para las elecciones intermedias del 2027. El partido guinda, sin exagerar, ganará todo lo que se jugará en las entidades. En esa perspectiva, solo tendrá que pasar la prueba de fuego de superar los procesos internos que, en ocasiones, traen fricciones internas. Al final de cuentas, queda claro que reinará la unidad bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
Está claro que la presidenta constitucional de México, pese a tomar una pausa obligada en la militancia, jugará un papel crucial en el proceso democrático que está en puerta. Lo hizo, en efecto, desde que asumió el bastón de mando que le entregó Andrés Manuel López Obrador. Simbólicamente, significó la entrega de estafeta, pero, en lo político, es el control total de la toma de decisiones. Hay que darle mucha importancia a ese rubro, pues muchas candidaturas, en concreto, pueden definirse a través del consenso, en especial por el tema de igualdad de género que, en la elección pasada, dejó a muchos punteros de las encuestas fuera de la competencia. Para tal efecto, la dirigencia nacional, que hoy encabeza Luisa María Alcalde, puede estructurar una estrategia similar al ejercicio presidencial; es decir, un acuerdo para trazar el destino de quienes figuren en el ánimo de la población civil.
Eso ya quedará en manos de la nueva dirigencia nacional de Morena, y por supuesto de la estrategia que diseñe Claudia Sheinbaum. Las prioridades, en definitiva, son ganar las 15 gubernaturas y conservar la mayoría calificada en San Lázaro. Ese panorama pinta de la mejor manera, en especial, con una presidenta constitucional que, en términos de proporción, goza del 74% de la aprobación de los mexicanos. Además de ello, el trabajo de base que realizó el CEN nutrirá las estructuras con mayor capital político que, como tal, se puntualizan en diez millones de afiliaciones que se ha propuesto oficializar la dirección del partido. Por esa sencilla razón, es claro que Morena vive su mayor auge. Se estima que gane las 15 entidades y, de paso, el mayor número de distritos.
Estamos hablando de una aplanadora similar a lo que aconteció en 2018 y 2024. Siendo así, el futuro político de Morena es inmejorable.
Notas finales
Está claro que muchas entidades que tendrán transición en 2027 continúan trabajando arduamente, especialmente los gobiernos emanados de Morena. Así ha quedado demostrado en las diversas evaluaciones que miden el desempeño de los mandatarios. Todos ellos, además de demostrar el compromiso adquirido en las urnas, muestran la responsabilidad social de llevar desarrollo y prosperidad a sus territorios. En Michoacán, por ejemplo, Alfredo Ramírez Bedolla, que actualmente está ubicado entre los 10 mejores gobernadores de México, ha puesto en marcha un mecanismo muy interesante que, a la postre, tiene resultados positivos. Hablamos de las Audiencias Públicas. Esto, de cierta forma, es parte de la esencia de un movimiento de izquierda. El interés colectivo, para ser más precisos, se convierte en la mayor prioridad en la 4T. Por eso cada audiencia luce llena; la población civil, que es partícipe de esto, se ha ido concentrando en cada municipio para encontrar puentes de interlocución con las autoridades estatales. Esto, por cierto, llegará a todo rincón de la geografía de Michoacán; es decir, a las 113 cabeceras municipales. Eso es cumplir con el mandato popular que delegó el pueblo purépecha.