Boeing en la mira de la FAA
2024 fue un año por demás turbulento para la fabricante de aviones norteamericana Boeing. Justamente hoy se cumple un año del fatídico incidente que la terminó marcando.
Nos referimos al vuelo de Alaska Airlines y su puerta/tapón que se desprendió en pleno vuelo de una aeronave nueva modelo B-737MAX9. Ese día, el director de la Agencia Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) del vecino país, Mike Whitaker, tomó la determinación de inmovilizar a nivel mundial a todos los equipos de ese modelo de aeronave.
Un total de 170 aviones tuvieron que ser puestos en tierra, con las respectivas pérdidas económicas de las aerolíneas que manejan ese modelo de avión. Esto también llevó a ralentizar la producción de aeronaves modelos MAX.
Y no olvidamos de que este incidente también dio pie a la salida de Dave Calhoun al frente de Boeing, más cuando se empezó a develar que los tornillos de esa puerta/tapón, en varias aeronaves, no estaban correctamente “apretados”. Por decir lo menos entre otras “fallas”.
En su momento, Dave Calhoun declaró a través de un comunicado: “Hemos llevado a cabo un número sin precedente de auditorías sin previo aviso y realizamos revisiones mensuales de la situación con los ejecutivos de Boeing para supervisar los progresos. Nuestra supervisión reforzada está aquí para quedarse”, y al mes siguiente Boeing anunciaría un plan de mejora en sus procesos de control de calidad, y de seguridad aérea.
Así pues, el pasado viernes Boeing publicó una “actualización” sobre los procesos que lleva para tener el control de calidad tanto en los materiales de fabricación, como en los procedimientos de construcción de las aeronaves, y así garantizar la seguridad en las operaciones aeronáuticas.
Según información recopilada por la Agencia Reuters, Boeing “… instituyó nuevas auditorías de calidad aleatorias y redujo de forma significativa los defectos en el ensamblaje de fuselajes del 737 en el proveedor Spirit AeroSystems mediante el aumento de los puntos de inspección y la implantación de un proceso de aprobación de la calidad por parte del cliente.”
Desde octubre del año pasado, la FAA anunció que le haría una auditoría a Boeing, incluso en el mes de diciembre tanto Whitaker como el ahora nuevo CEO de la fabricante de aviones, Robert “Kelly” Ortberg, se reunieron para hablar sobre el tema, después de esperar a que terminara la huelga de trabajadores, y la reanudación de la producción de los B737.
Según declaró el próximo responsable de dirigir el Departamento de Transporte del vecino país, Sean Duffy, una vez que Donald Trump asuma la presidencia, quieren que los aviones que Boeing saque de sus fábricas sean seguros para volar.
A su vez, Mike Whitaker ya había anunciado desde el mes de diciembre su renuncia al frente de la FAA, efectiva a partir del 20 de enero de este año, una vez que Trump sea el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Lo que nos deja a los simples mortales un poco “patidifusos” con su decisión, puesto que “el horno no está para bollos”.
Sin embargo, antes de que se dé su salida, Whitaker ha externado a medios como AP, que Boeing requiere de un profundo cambio. Y se refiere a lo que todos sabemos, una vez que Boeing se fusionó con la McDonnell Douglas, su filosofía de tener altos estándares de seguridad se fueron al traste, priorizando lo que hizo fracasar a la empresa absorbida, el poner las ganancias por encima de todo.
También admitió que la FAA deberá supervisar con más ahínco a Boeing, y no permitirles que ellos mismos se “auto-verifiquen”, como sucedió en el pasado, una tarea ardua sin duda alguna. Y bueno, habrá que esperar a ver quien será el que se saque la “rifa del tigre” para dirigir a la FAA.
Y es que si “algo” se debe anticipar, por sobre cualquier cosa, es la seguridad aérea, y eso se logra sacando aeronaves que no tengan defectos de fabricación y que sean seguras para operar en los cielos.
Así que uno de los principales trabajos de la FAA en la segunda era de Trump será vigilar el correcto actuar de Boeing, y dejar a un lado las políticas que los han llevado al despeñadero.
Hay muchas líneas aéreas que gustan de operar sus equipos, porque en los hechos son buenos caballitos de batalla, algunos tipos de modelo ahorran combustible, que es el mayor gasto que tienen las empresas de aviación.
Pero sin duda alguna, se requiere que estas sean completamente seguras para volar. Por eso seguiremos muy atentos a los nombramientos que habrá en la FAA, y sobre cómo seguirán echándole un ojito a Boeing, para que retome el buen camino.
X: @xime_garmendia