Y se solidariza con Maduro…

“Si pasa de tu dolor, si te encuentras mal herida

Si huyes de la verdad sabiendo que ella sí existe

Si nada puedes salvar, si la esperanza perdiste

¡Si no merece tu amor!”

YURI

¿Por qué reconocer a un tirano? ¿Por qué mandar a un representante oficial a celebrar la toma de protesta de un dictador que, encima, se robó la última elección?

Esto es cuestión de ella. No se lo puede achacar a su antecesor; no es herencia de nadie. Hace pocos días Sheinbaum dijo que México forma parte de países progresistas como Cuba, Colombia y Venezuela. Claro, tan “progresistas” que más de la mitad de la isla caribeña vive en Estados Unidos y una buena parte de los venezolanos también han salido huyendo de su país, incluido su presidente legítimo y recién electo. Tan solo este año (hasta la 1ª quincena de diciembre), 8 millones de migrantes y refugiados venezolanos han tenido que huir de su país. ¡OCHO MILLONES! ¡25% de la población! dado que en Venezuela residen cerca de 29 millones de personas.

Tan progresistas que sufren hambre, apagones constantes, falta de agua. En Cuba, los edificios se caen por falta de mantenimiento.

Maduro será ungido una vez más como presidente de Venezuela a pesar de que la oposición probó —actas de casillas en mano— que habían resultado victoriosos con todas las de la ley. Pero el demagogo adelantó la Navidad; el autoritario amenazó a su contrincante; el tirano encarceló a muchísimos disidentes. Lo que no hizo nunca —no puede— es su triunfo en las urnas.

La presidentA de México decide validar todos esos y muchos otros atropellos y se solidariza con Maduro. Error de muchas bandas: rompe con las democracias occidentales que rechazan la fraudulenta elección del tirano, estira todavía más la liga con Donald Trump y, por si fuera poco, deja ver su propio sello autoritario. Sí, gobierno autoritario el de Claudia (no miento).

El populismo es mortal; el marxismo trasnochado también. Solo pensar que hay quien cree en este da escalofríos. Vivir de becas del Bienestar, luego de cartillas de racionalización; de las contribuciones de unos cuantos, de explotar hasta terminar con los recursos naturales.

En México, Marx Arriaga, con sus libros de texto, quiere hacer creer que el comunismo es viable; que es amigable con el medio ambiente y una alternativa a la libertad, al libre mercado. Mentira podrida.

El segundo piso de la transformación se opone a que distingamos entre la versión idealizada del comunismo presente en los libros de texto gratuitos de la SEP y en el discurso 4t y la dura realidad de la implementación de esas deschavetadas nociones en la vida real. Tal como sucede en Cuba, en Colombia, en Nicaragua, en Venezuela.

¿Sabían ustedes que en esta última nación el 94.5% de la población es pobre? (ENCOVI 2021, Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, UCAB). El 76.6% de la población se encuentra en pobreza extrema, cuyo porcentaje sigue creciendo. ¿Que el empleo formal se redujo en 1.3 millones de puestos de trabajo, la cobertura educativa cayó un 5% y la dependencia de la población en bonos y remesas se incrementó en más de un 15%? Un país que depende de las dádivas para poder sobrevivir. Y hacia allá vamos…

Con todo lo anterior, no es un “acto diplomático” enviar a un representante oficial. Se cataloga como vergüenza, como un acto nada ético. Un acto de traición a México y ¡hacia la voluntad popular de los venezolanos!

Mas no nos llamemos sorprendidos; si Claudia Sheinbaum considera que Venezuela es progresista, queda claro que no está comprometida con la democracia; tampoco con el humanismo ni una noción de integridad social. Entender que la 4t sigue ese mismo principio: ganar por las buenas o por las malas. Que en la ignominia se van a apoyar de manera mutua en una relación donde la que más lleva por perder es la mandataria y México.

Ella, no obstante, no se entera o no quiere enterarse.

Giro de la Perinola

¿Por qué de los países “progresistas” como Cuba, Venezuela, China, Corea, Turquía, Rusia, Nicaragua, Palestina sale toda la población huyendo a Estados Unidos y demás países capitalistas y a la inversa no sucede? Esta es una pregunta que ningún obradorista (claudista ahora) puede responder.