Beneficios de comer pavo según la UNAM

El pavo es una de las opciones más representativas para la cena de Nochebuena, especialmente en México, donde el 24 de diciembre se celebra una de las festividades más importantes del año.

Sin embargo, a pesar de ser un platillo emblemático durante las celebraciones navideñas, la ingesta anual per cápita de pavo en el país es sorprendentemente baja, con apenas 1.25 kilos por persona, en comparación con otros tipos de carne, como el pollo, cuyo consumo alcanza los 33 kilos anuales por habitante.

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El Consumo Estacional de Pavo en México

 

Jorge Miguel Iriarte, coordinador del Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola (CEIEPAv) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el consumo de pavo en México es históricamente estacional.

“El 90 por ciento del consumo de pavo ocurre en la temporada navideña”, señala Iriarte.

Este patrón de consumo se asemeja al de Estados Unidos, donde el pavo es la carne principal en el Día de Acción de Gracias, aunque en ese país el consumo anual por habitante es considerablemente mayor, alcanzando los 7.2 kilos.

 

El consumo estacional del pavo en México es una tendencia que se mantiene desde hace muchos años, lo que significa que fuera de la temporada navideña, su presencia en los hogares mexicanos es mínima.

Tiene cualidades nutricionales y es una opción saludable, sin embargo,  la carne de pavo es desplazada por el pollo, carne que es más accesible y tiene un consumo mucho más alto a lo largo del año.

Origen y Producción del Pavo

 

El pavo, también conocido como guajolote en algunas regiones de México, es una especie originaria del continente americano, específicamente de nuestro país y Estados Unidos.

Sin embargo, la mayor parte del pavo que llega a las mesas mexicanas proviene de otros países como Estados Unidos, Brasil, Chile y Canadá, que representan el 94 por ciento de la producción mundial de esta carne.

Tan solo el 6 por ciento del consumo en México,  es producción y crianza nacional.

De estos, el estado de Yucatán se destaca como el principal productor, seguido de Puebla, Estado de México, Veracruz y Tabasco.

En términos de crianza, el pavo tiene un desarrollo relativamente rápido, alcanzando su tamaño adecuado en un período de entre 12 y 14 semanas.

 

A pesar de la limitada producción nacional, el pavo es una opción altamente valorada por los nutriólogos debido a sus propiedades nutricionales.

El pavo es una carne magra, con un bajo contenido de grasa, alto contenido proteico y un bajo nivel calórico, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable.

 

Desafíos en la Producción de Pavo

 

El principal factor que limita el consumo de pavo en México es el precio.

Según Iriarte, el kilo de pavo entero cuesta alrededor de 150 pesos, mientras que el kilo de pechuga de pavo puede llegar a costar aproximadamente 110 pesos.

Además, la producción de pavos en los últimos años se ha visto afectada por la escasez de animales debido a la presencia de gripe aviar en los Estados Unidos, lo que generó dificultades para el abastecimiento de pavos en la temporada navideña.

 

En el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola (CEIEPAv), la producción de pavos para fin de año también ha sido afectada por estas dificultades.

En 2022, fue complicado conseguir pavos, y el año siguiente, se esperaba producir 300 aves, pero solo se logró obtener 150.

Para el 2024 se logró una producción de 400 pavos, lo que indica que la situación está mejorando.

 

Guajolote: El Pavo Criollo Mexicano

 

Además del pavo industrial, existe el guajolote o pavo criollo, una especie nativa de América que se cría en menor escala, generalmente para autoconsumo.

A diferencia del pavo industrial, el guajolote tarda de cinco a seis meses en engordar para alcanzar un tamaño adecuado para el consumo.

Aunque no es tan común en las mesas mexicanas como el pavo, el guajolote es una carne similar en términos nutricionales, siendo también magra y saludable.

La diferencia principal radica en su coloración y en el hecho de que los guajolotes son animales de mayor tamaño, generalmente criados a pequeña escala.

En el CEIEPAv, se busca fomentar la crianza de guajolotes como una forma de preservar y promover esta especie como parte de la producción avícola nacional.

Aunque su crianza no es tan masiva como la del pavo, el guajolote tiene un gran potencial en términos de producción local.

 

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El pavo sigue siendo un platillo fundamental en la celebración de la Nochebuena en México, pero su consumo anual sigue siendo bajo en comparación con otras carnes.

Con un consumo de solo 1.25 kilos por persona al año, el pavo no es una carne que forme parte regular de la dieta diaria de los mexicanos.

Sin embargo, su bajo contenido calórico y su alto valor proteico lo convierten en una opción ideal para aquellos que buscan una alimentación saludable.

Aunque la producción nacional de pavos sigue siendo limitada, los esfuerzos en su crianza y producción pueden ayudar a aumentar su disponibilidad y fomentar su consumo fuera de la temporada navideña.

 

 

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