Indígenas toman cuartel; piden la salida del Ejército
Decenas de indígenas nahuas y me’phaa, de comunidades de los municipios de Zapotitlán Tablas, Acatepec y Tlacoapa, exigieron la salida del Ejército y de la Policía estatal del cuartel ubicado en el poblado Lucerito, en Atlixtac, Guerrero.
El lunes trascendió que habitantes encararon aen dicha comunidad, pero ninguna autoridad confirmó el hecho, ni tampoco se pudo hacer contacto con los inconformes.
Fue hasta este martes, cuando se corroboró que integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC) y habitantes de dichos municipios se movilizaron y tomaron el cuartel en Lucerito.
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“Organizaciones sociales, comerciantes, campesinos, autoridades agrarias, expresaron su descontento con la falta de apoyo por parte del Ejército y de la Policía Estatal, quienes nunca han estado presentes cuando se les necesita. Nos estamos haciendo cargo de nuestra propia seguridad”, informaron en un comunicado.
Foto: Especial | “Nos estamos haciendo cargo de nuestra seguridad, por lo que tener controlado el territorio es fundamental” Comunicado de la CRAC-PC
Añadieron que los inconformes liberaron el cuartel luego de que el representante de la CRAC-PC, Martín Rosales, y pobladores tuvieron una reunión con el secretario de Seguridad Pública estatal, Josué Barrón, y con el subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Rodríguez, con quienes llegaron a acuerdos.
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Movimientos en distintos francos
Sin embargo, otra fuente informó que las acciones que encabezan Martín Rosales no son para los habitantes de Atlixtac, sino que son para los pobladores de San Juan Escalerilla, municipio de Zapotitlán; se dijo que los coordinadores de la CRAC-PC no avalaron la forma en la que se ocuparon las instalaciones del cuartel de Lucerito.
Entre los acuerdos que se establecieron con el Gobierno del estado y los inconformes de la región de La Montaña y la CRAC-PC fue que permanecerán las mesas de trabajo para analizar asuntos de obras de carácter social y seguridad.
Se acordó una rotación de los soldados, se aceptó la llegada de la Guardia Nacional y que la Policía Estatal recuperará sus instalaciones.
