El refresco sin azúcar que menos daño hace a la salud, según Profeco

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó cuál es el refresco sin azúcar que menos daño hace a la salud.

Este análisis busca establecer estándares de calidad y brindar recomendaciones a los consumidores, ya sea para evitar compras desfavorables o destacar marcas sobresalientes.

En México, el consumo de refrescos es particularmente alto, alcanzando un promedio de 163 litros por persona al año, lo que lo posiciona como el país que más refresco consume en el mundo, informa Profeco.

Según un informe de la Gaceta de la UNAM en 2019, los mexicanos consumen 40 por ciento más refrescos que los habitantes de Estados Unidos.

El refresco que menos daño hace a la salud, un análisis necesario

Profeco realizó un estudio sobre estas bebidas, destacando una marca como la opción más saludable.

Aún así, es importante recordar que los médicos desaconsejan el consumo de refrescos debido a los posibles efectos negativos en la salud.

Asimismo, en marzo de 2023 el Gobierno de México publicó una nota con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, señalando que el consumo excesivo de estas bebidas contribuye significativamente al desarrollo de esta enfermedad.

Ahora bien, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (hecha de 2020 a 2023) reveló que el 37 por ciento de los escolares y el 40 por ciento de los adolescentes padecen sobrepeso u obesidad.

Igualmente, más de 542 mil niños mexicanos viven con diabetes tipo 1, con cerca de 78 mil nuevos casos anuales.

La mejor opción de refresco según Profeco

El análisis realizado en 2023 por Profeco identificó a Brillante Tehuacán, un refresco de toronja, como la mejor opción en el mercado.

Esta bebida no contiene azúcares, cafeína, fructosa ni sacarosa, lo que resulta en un contenido energético de 0 kcal por cada 100 ml.

Sin embargo, a pesar de sus características, esta bebida no es recomendada para niños debido a la presencia de edulcorantes.

Además, Profeco recalca que su consumo debe ser moderado y no convertirse en un hábito.

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