Otra vez
A pesar de los indicios más directos, fue notorio el exceso de confianza en el equipo de Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum que aseguraba la segunda derrota presidencial de Donald Trump.
La victoria contundente del republicano sobre un desarticulado Partido Demócrata puede ser considerada como un gravísimo error en la estrategia de seguridad nacional del Gobierno mexicano, pero el asunto es más grave cuando se percibe que el primer toque de Trump contra México descolocó las estructuras de Gobierno de Palacio Nacional.
La agenda de Trump sobre México es de más largo alcance y de mayor profundidad a la que se tuvo en el corto periodo de 2017-2021 y Trump viene con la intención de no dejarse marear como Biden ante un López Obrador unidireccional y desdeñoso del poder imperial.
Las primeras reacciones de la presidenta Sheinbaum ante el anuncio –un grado inferior a la amenaza- de la imposición de aranceles de 25 por ciento a productos mexicanos que se exportan a Estados Unidos no atendieron el estilo atrabancado del próximo presidente americano: una carta diplomática, argumentaciones para reiterar los daños a la economía estadounidense y algunos pequeños aguijonazos respecto a que el narcotráfico mexicano responde a las necesidades de drogas de los adictos americanos.
Como se vienen cuatro años de Trump en modo de Demonio de Tasmania, el equipo de Gobierno de Palacio Nacional está obligado a replantear su interpretación de lo que representa el presidente electo, a construir respuestas más allá de lo reactivo y sobre todo a crear desde ya mismo un aparato de inteligencia y seguridad nacional hacia el exterior que le permita a la presidenta de la República salirse del territorio reactivo que no le importa a Trump.
Los próximos años él será una verdadera jaqueca para México.
Zona Zero
La primera respuesta mexicana al anuncio de Trump se dio en el espacio lateral de la migración con la contención de caravanas rumbo a Estados Unidos, pero el tema central lo planteó Trump a su manera: o México líquida al Cártel de Sinaloa en Sinaloa o EU tomará decisiones extraterritoriales y violatorias de la soberanía nacional. En este sentido, el gobierno mexicano actual tendrá que terminar la tolerancia que tuvo el gobierno anterior y deberá destruir la estructura y territorio del cártel de El Chapo Guzmán que sigue vivito y coleando sin El Chapo y sin El Mayo y tiene a Sinaloa ahogada en la violencia.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh