Turismo y aviación, van de la mano

Abordaré un tema que me parece fundamental para el desarrollo de nuestro país; y es que tanto la industria turística como la aérea además de ir de la mano, deben trazar una misma hoja de ruta.

Vamos por partes, y quiero aprovechar la maravillosa ponencia de Michelle Fridman, quien fuera secretaria de turismo en el estado de Yucatán del 2018 al 2024, y ahora tiene el mismo encargo, pero en el estado de Jalisco, por lo que queda claro que habla alguien que conoce el tema a fondo.

Ella puso el tema en la palestra la semana pasada al mencionarlo durante su discurso a propósito de la premiación y entrega de la presea “Tony Gutiérrez”. En el ámbito del turismo es donde el rol de las mujeres está destacando, y es que tanto los jóvenes como las mujeres son los que más se desarrollan en esa industria.

La expositora habló de su experiencia como secretaria de turismo del estado de Yucatán, mencionando que cuando recibió el cargo, ese estado solo contaba con 2 pueblos mágicos, y que dejó el puesto dejándoles a los yucatecos 7 pueblos mágicos; es decir, durante su gestión se nombraron 5 pueblos más.

Esto es sumamente interesante, porque no solo se trata solo de nombrar pueblos ¡y ya!, que se queden “a la buena de Dios”, sino que el trabajo y reto es mantenerlos, e incluir a la gente de la localidad para crear un turismo sostenible, que no acabe con los recursos naturales, pero que a su vez permita obtener una importante derrama económica por el número de visitantes.

Sin lugar a dudas es un trabajo muy fino, donde se tienen que evaluar un sinfín de escenarios distintos, y analizar cuál es el mejor para la comunidad. En esta ocasión, Michelle Fridman aprovechó para compartir su experiencia sobre las aldeas mayas.

Gracias al empuje que se le dio en el sexenio pasado al área de la Península de Yucatán, es que se pudieron crear estas aldeas, en las cuales los principales interesados en su desarrollo fueron los propios pobladores de las comunidades, y en donde todos participan y se vuelven entes productivos al descentralizar el turismo de los puntos habituales.

En este proyecto, las mujeres principalmente son las encargadas de enamorar a los turistas a través de su comida, pues les venden una experiencia gastronómica real e irrepetible, que no van a encontrar en otro lugar; este tipo de turismo “rural”, lleva a los turistas a sumergirse dentro de la cultura maya y lo más importante: a cuidar su entorno natural.

Este tipo de turismo le permite a extranjeros y connacionales, conocer más a profundidad la gran cultura maya, y generar -además de admiración- respeto por la diversidad cultural. Es por eso que Fridman destacó que bajo su gestión logró que el Aeropuerto de Mérida se convirtiese en un importante HUB para conectar a los turistas con todo el mundo maya.

Si a eso le sumamos ahora la experiencia del Tren Maya, nos permite crear importantes polos de desarrollo, de los cuales la primer mandataria del país, Claudia Sheinbaum ha hablado en varias ocasiones en diferentes foros.

Por eso tanto la industria turística como la aeronáutica deben ir de la mano para consolidarse. Comparto un dato: nada más en este 2024 se tiene estimado que el Producto Interno Bruto (PIB) sea de alrededor del 8.5% por la actividad turística.

Además, se empodera a las mujeres para que ellas también se formen como guías de turistas en sus comunidades, y sean entes económicamente activos, porque dentro de la industria turística a quienes más se les emplea es a los jóvenes, y es importante que las industrias, tanto turística como aeronáutica, tengan el compromiso de ser incluyentes con toda la diversidad.

De las personas que laboran en la industria turística, el 54% son mujeres, y paradójicamente es un sector donde la brecha salarial es más grande. Sí, estamos hablando de empleos destinados al servicio, que generalmente no son bien pagados, y a veces son por temporadas, como lo es en la aviación.

Ambas industrias se manejan por tiempos definidos. No todo el año están “al full”, sino que tienen sus temporadas altas y las bajas. Muchas veces se suele contratar personal temporal para sacar el trabajo.

Aquí lo importante es que todo el trabajo que se haga, sea con miras a que el turismo no se convierta en un problema como ya lo es en otros países, donde incluso andan corriendo a los turistas.

Se tienen que crear diversos mecanismos que den a conocer la grandeza de nuestro país, así como su diversidad cultural, pero sin que esto afecte a las poblaciones locales, sino todo lo contrario, que se convierta en una fuente de ingresos para ellos. Una tarea, nada sencilla, como en la aviación, buscar el crecimiento de nuevas rutas y destinos, así como aumentar frecuencias, aspectos que deben ir de la mano con la sostenibilidad.

En el caso de la industria aérea, está el compromiso de reducir la huella de carbono con el uso de combustible sostenible (SAF por sus siglas en inglés), que permita aumentar las operaciones aéreas, generando menos gases de efecto invernadero (GEI).

Actualmente, es posible que al adquirir un boleto de avión, puedas checar tu huella de carbono. Ya hay vuelos verdes que permiten al usuario elegir generar menos CO2 a la atmósfera. Ahora, en cuanto al PIB, la aviación contribuye con un 3.5%, por eso digo que ambas industrias van de la mano, porque una se alimenta de la otra, y porque, para que tengamos turistas, se requiere llevarlos a los destinos, y eso se logra con la aviación.

Por eso entre más opciones se tengan para viajar, como bien citó Fridman, y se “descentralice el turismo”, se pueden crear nuevos destinos, que hagan crecer a ambas empresas, tanto a la de turismo como a la de aviación.

Espero que el gobierno de Claudia Sheinbaum ponga énfasis en apoyar ambas industrias. Las cifras macroeconómicas explican por sí solas la conveniencia de poner mucha atención en el tema.

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