Coronando el Plan C desde San Lázaro

En este contexto de continuidad de las políticas públicas de la Cuarta Transformación, la fracción parlamentaria de Morena, que es el principal motor de impulso, ha dado otro paso fundamental en el proyecto que diseñó Andrés Manuel López Obrador con el Plan C. De hecho, está por culminar el paquete de veinte iniciativas que mandó AMLO a principios de este año. En ese entonces, recordemos, las condiciones políticas no fueron propicias por la proporción numérica en ambas cámaras. Siendo así, el mismo expresidente, con ese olfato de estratega que tiene, esbozó todos estos cambios profundos que, como sabemos, se están cumpliendo al pie de la letra. La ruta de trabajo, por ejemplo, está sentando las bases en este primer tramo de ajustes al marco constitucional. Es evidente que la reforma al poder judicial, lo mismo que la supremacía para blindar la embestida de los ministros de la Corte, hasta este momento, son la punta de lanza y, por ende, el voto de confianza de los amplios sectores de la población civil que, en inmensas cantidades, respalda el quehacer que se trazó.

Ante ello, de manera inmediata, la Cámara de Diputados, como pionera de los proyectos de reforma, ha dado pasos agigantados. Esta misma semana, en efecto, el lopezobradorismo le sacó todo el provecho; apretó el acelerador y, por ende, hemos atestiguado todos los beneficios que han desembocado en ese andamiaje de ajustes al marco constitucional. Son, ni más ni menos, parte del esquema del Plan C que armó Andrés Manuel López Obrador. Hablamos, a comienzos de esta semana, de temas trascendentales como el fortalecimiento a los mecanismos de seguridad que, desde luego, empujó Morena y aliados. Algunos de otros rubros, por su importancia en la agenda, tenían que ver con la extinción de organismos “autónomos” como el INAI. Gracias a ello, además de la transparencia que habrá, se podrá reasignar un porcentaje importante de recursos que, hace poco, iban destinados a ese tipo de instituciones que, al final de cuentas, nunca jugaron un papel preponderante en la transparencia y combate a la corrupción.

El Plan C, por supuesto, contemplaba el ocaso del INAI y otros organismos “autónomos”. La clave de todo, evidentemente, es el trabajo eficiente que ha hecho Ricardo Monreal en la Cámara de Diputados. Él, esta misma semana, cumplió al pie de la letra esa encomienda que, a propósito de ello, viene respaldada en el mandato popular. Ante ello, la respuesta del coordinador fue inmediata, pese a la mínima resistencia de una oposición que, con todo y sus discrepancias, no pudo ni asomar las narices. A pesar de ese clima que propició la derecha, Morena tiene un grado de progreso sustancial. Entonces, mientras avanzan las semanas, el lopezobradorismo, bajo el liderazgo de Monreal, está coronando el Plan C. En esa actividad legislativa, Morena ha demostrado ser el vehículo de representación del pueblo de México. Obviamente, guiados por el trabajo eficaz del zacatecano.

Con esa fuerte influencia y liderazgo, hay que destacar el trabajo que llevan a cabo algunos diputados. Hablamos de sincronizar quehaceres y cuadrar estrategias, lo mismo que una operación de cabildeo minuciosa. Uno de esos cuadros, que por cierto ha recaído en él gran responsabilidad de labores, es el diputado Fernando Castro Trenti. Su conocimiento en temas legislativos, lo mismo que su experiencia y madurez, lo han colocado, evidentemente, en un punto crucial para tomar decisiones importantes. De hecho, él, que aboga por construir a través del diálogo, está trascendiendo como uno de los principales protagonistas de San Lázaro. Asumió, ni más ni menos, tareas específicas que le opera a Monreal. Justo al lado del zacatecano, de hecho, aparece siempre Trenti. Me refiero a que, además de la cercanía con el coordinador, es hombre de todas las confianzas de Ricardo. Lo es, en efecto, desde los tiempos de campaña que llevaron a Claudia Sheinbaum a Palacio Nacional. Ambos, que manejaron labores específicas en el tema territorial, fueron piezas claves del éxito.

Lo que sigue ahora, en esa naturaleza legislativa, es que las minutas pasarán al Senado de la República. Si nos centramos en la fuerza de la fracción, podemos ir adelantando que, sin contratiempos, se aprobarán en mayoría la eliminación del INAI y otros organismos. Los legisladores, previo al trabajo, han acogido el tema como parte de la agenda de prioridades del Plan C. Su coordinador, Adán Augusto López Hernández, en consecuencia, nos ha demostrado pericia para sacar adelante los temas. Y no solamente él, sino otros cuadros en el Senado, han dejado claro que, en pleno proceso de consagración como figuras nacionales, trascienden en la defensa de los rubros, pero sobre todo en la capacidad argumentativa para defender los tópicos del proyecto de la 4T. Saúl Monreal, por ejemplo, se ha caracterizado, además de ser un buen orador, por ser una figura protagonista en esos acalorados climas de debate desde el salón de sesiones de la cámara alta, donde ofrece un nivel de elocuencia importante. Eso, en buena medida, es el despegue o, mejor dicho, el preludio de cosas importantes para el futuro inmediato.

Todo eso hace que el Plan C, que tiene un fin profundo de cambios de fondo, tenga repercusiones positivas. Podemos apreciar que, en tiempos cruciales como el que vivimos, los ajustes a la Constitución, justo en el momento idóneo, se están llevando a cabo con la fuerza que produce Morena y sus coordinadores de ambas cámaras legislativas. Eso, propio de los principios de un partido de izquierda, habla de la responsabilidad social que adquirió en tiempos de campaña. Sabemos que el compromiso es mayor, máxime con la base de apoyo y respaldo que tiene la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum.

Morena, de primera mano, está coronando el Plan C.

Notas finales

El Plan Morelos, como tal, es un andamiaje de ideas y propuestas que han nacido de la propia participación ciudadana y, de paso, de la necesidad que todavía aqueja a la ciudadanía. En ese sentido, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, esta misma semana, dio un paso importante, en conjunto con el legislativo, para reconocer a los pueblos indígenas, y por supuesto el espiral de elementos que vendrán a fortalecer, además de su autonomía, un esquema presupuestal para robustecer su cultura. Desde la llegada de Bedolla al despacho, en efecto, el territorio, lo mismo que sus políticas públicas, han dado un giro sustancial a favor del desarrollo. Al mandatario, está claro, lo une ese compromiso que adquirió en tiempos de campaña, pero también ese respaldo que ha recibido al ser, en una lista de mandatarios con mayor aprobación, uno de los diez gobernadores que tiene un porcentaje mayúsculo de respaldo. Esa es la Cuarta Transformación, máxime en los tiempos de cambio en los que vivimos.

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