¿Qué son los misiles Storm Shadow usados contra Rusia y cuál es su alcance?

Ante la creciente tensión entre Rusia y países miembros de la OTAN por la guerra que sostiene con Ucrania, el Reino Unido otorgó a Volodimir Zelenski misiles Storm Shadow para utilizar en territorio ruso.

Este miércoles 20 de noviembre Ucrania lanzó un ataque con varios misiles Storm Shadow entregados por el Reino Unido haciendo objetivo a suelo ruso.

Es el segundo acto ofensivo de Ucrania contra Rusia después de que Joe Biden permitiera el uso de misiles balísticos ATACMS para atacar territorio de Rusia; estos misiles tienen un alcance de 300 kilómetros y son de fabricación estadounidense.

Esto provocó que Vladimir Putin firmara un decreto que permite respuestas con armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia.

Ahora Ucrania tiene misiles Storm Shadow y aquí te decimos qué son y cuál es su alcance.

¿Qué son los misiles Storm Shadow? Son usados contra Rusia

Los misiles Storm Shadow son misiles de crucero aire-tierra, que tienen como base los proyectiles Apache de fabricación gala.

El desarrollo de estos misiles comenzó en la década de 1990; específicamente en el año 1994, por parte de la francesa Matra y la British Aerospace.

Además, los misiles Storm Shadow británicos se fabrican bajo la gestión del consorcio europeo MBDA

Cabe señalar que el peso total de los misiles Storm Shadow se traduce en mil 300 kilos, y hacen uso de unas medidas de 48 centímetros de diámetro máximo, 2,84 metros de envergadura y una longitud total de 510 metros.

¿Qué alcance tienen los misiles Storm Shadow usados contra Rusia?

Los misiles Storm Shadow tienen un alcance de 250 a los 300 kilómetros; esta distancia puede ser alcanzada debido a que disponen de un turborreactor de alta potencia que propulsa los misiles a velocidades de Mach 0,8.

Esto se traduce a casi mil kilómetros por hora; además, a esto hay que sumarle una ojiva en tándem de 450 kilómetros BROACH, con una carga penetrante inicial pensada para suelo o exteriores de búnkeres.

Es de destacar que estos misiles se deben programar antes del lanzamiento, ya que después de ser lanzados, no se pueden controlar.

Además, tampoco se puede ordenar de forma externa la autodestrucción del equipo.

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