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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2025; el documento enviado por las autoridades hacendarias del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene como objetivo el “desarrollo económico con justicia social y bienestar” y que satisfaga las necesidades de la población en un entorno de finanzas públicas sanas.

El principal reto del Paquete Económico es que haya los suficientes recursos para mantener los programas sociales que se dieron en el sexenio pasado y los nuevos que ha prometido el segundo piso de la Cuarta Transformación, seguir invirtiendo en proyectos de infraestructura y sostener el gasto corriente del gobierno aunado a una disminución del déficit del Producto Interno Bruto (PIB) y presupuestario, todo esto sin aumentar los impuestos.

El paquete presentado ante los legisladores el pasado 15 de noviembre incluye:

Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE),La Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), yEl Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

El titular de hacienda Rogelio Ramírez de la O explico a los miembros del poder legislativo que el proyectó es que la economía crezca en 2025 en un rango de entre 2 y 3%, lo que se sustenta en la fortaleza del empleo y del dinamismo interno con el consumo y la inversión como motores clave.

Los criterios sostenidos por el secretario de hacienda son que para el año próximo se tenga un déficit de 3.9% del PIB, en forma ampliada, y el déficit presupuestal de 3.2% del PIB. lo que implicaría una reducción de 2 puntos porcentuales respecto al nivel de 5.9% del Producto Interno Bruto, con el que la dependencia hacendaria espera cerrar este 2024.

El bajar el déficit permitirá mantener la deuda pública en un nivel sostenible de 51.4% del Producto Interno Bruto.

Deuda Neta del Sector Público Federal, 2023-2025

El menor déficit, en 2 puntos del PIB, se propone a través de un recorte del gasto público en sectores no prioritarios y de un incremento previsto de los ingresos a través de una mayor fiscalización y el incremento de lo recaudado en las aduanas del país.

El menor gasto programable estimado por los funcionarios de hacienda en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2025, es 3.6% inferior al del PEF 2024, y esto se explica principalmente por el menor gasto previsto para los ramos administrativos, cuya previsión 2025 es inferior en 80.3 mil millones de pesos al monto aprobado en 2024, por lo que, de aprobarse, la reducción real en este rubro ascendería a 7.6%. Destaca el aumento, en términos reales, previsto para los OCPD, 5.0%, lo que significaría un gasto de un mil 995.0 millones de pesos el año próximo.

El ejecutivo propone para el año próximo un menor gasto corriente en 3.9% real, por lo que de aprobarse ascendería a 3 billones893.1 mil millones de pesos.

Habría que recordar que el déficit presupuestario es un concepto económico que se refiere a la situación en la que los gastos de un gobierno superan a sus ingresos en un periodo específico, para el caso de México es un año fiscal. Este desequilibrio puede resultar de un aumento de los gastos públicos, una reducción de los ingresos fiscales o una combinación de ambos factores. El déficit presupuestario es un indicador que nos permite evaluar la salud fiscal de un gobierno y tiene importantes implicaciones para la política económica.

Para México es importante bajar el déficit ya que un déficit fiscal elevado puede poner en riesgo la estabilidad económica de país, afectando no solo a su economía interna, sino también a las operaciones de comercio exterior, como sucedió muchas veces en el pasado cuando se ponían en práctica políticas neoliberales.

Un ejemplo claro de las consecuencias de las políticas neoliberales que se llevaron a cabo los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo los cuales provocaron un déficit fiscal descontrolado y la crisis económica de México de 1994, la cual fue precipitada, entre otros factores, por un déficit fiscal del 7% del PIB.

Según los estándares del Fondo Monetario Internacional (FMI), un déficit fiscal sostenible no debería superar el 3% del PIB de un país.

Para la institución financiera rebasar este umbral del déficit puede generar desconfianza en los mercados financieros, encareciendo el costo de la deuda y limitando la capacidad del gobierno para responder a crisis económicas.

El segundo piso del gobierno de la 4T esta teniendo una actitud responsable al proponerse bajar el déficit con medidas técnicamente viables que no implican la creación de nuevos impuestos, ni subir las tributaciones que ya están, sin dejar de atender los compromisos sociales con la población, ni dejar sin concluir obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de la nación.

X: @esquivelancona_