México resiste al imperialismo

El Doctor Patán lee y escucha lleno de comprensión, pero con optimismo, que es su vicio, a los compañeros de movimiento que se muestran, con los primeros nombramientos de Trump, medio tensos con una eventual invasión imperialista so pretexto de que el crimen organizado es una forma de terrorismo. No es que sea una situación deseable. Aquí practicamos una estrategia, o más aun: una filosofía, que es la de “abrazos, no balazos”, pilar del humanismo mexicano. Somos pacifistas, según las enseñanzas del Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo. Pero sabemos defender la soberanía y, sobre todo –ese es mi punto–, miren: las causas comunes le ponen cemento a los movimientos sociales. México, alrededor de la defensa patria, puede ser, finalmente, uno. No hay mal que, etc. La épica llega al Segundo Piso de la 4T. Abracémosla. Vibremos con ella.

Me imagino las escenas. En el Zócalo, el regimiento “Epigmenio Ibarra” se dispone a defender Palacio Nacional al precio que sea: estar a punto de ser fusilado, ser peinado por francotiradores, atravesar parabrisas a 160 kilómetros por hora, etc, según las enseñanzas de su comandante. El Fondo de Cultura luce atrincherado en plan mineros comunistas en la Asturias del 34, entre Stalins, Lenins y Ches. En Reforma, los Ardillos y el CJNG, pueblo bueno y organizado, se disponen a combatir, hombro con hombro, a los Navy Seals. En CU, Marx lee poesía en las barricadas, poesía de su creación. En Boca del Río, Cuitláhuac se dispone a defender las gasolineras con baño gratuito. Las caricaturas del Fisgón alientan al Batallón Mártires de Tepetitán en el Complejo Cultural Los Pinos, mientras Rapé se consagra a servir platos de frijoles entre los combatientes: la caricatura que hizo de Trump parecía la de un Daniel el Travieso con gigantismo y la echaron para atrás, pero hay muchas maneras de arrimar el hombro por la patria. Citlalli prepara explosivos caseros. De Macedonio no tenemos noticias, pero su liderazgo inmarcesible se siente en los voluntarios de Chilpancingo, que bloquean carreteras para impedir el paso de las divisiones blindadas gringas. Solo sorprende la actitud de la Sabina, que empieza a publicar tuits en honor a la democracia norteamericana y contra sus antiguos compañeros de militancia, a los que llama “machitos”.

Ah, el glamour de la resistencia popular. A aquí su doctor le encantaría participar en ella, pero tiene un viaje inaplazable. Ofrezco terapia en línea gratuita para los milicianos con estrés post traumático.

 

       @juliopatan09

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