G20: entre la desgracia y el conformismo

La desgracia y el conformismo parecen predominar en el mundo y México no es la excepción. El debate actual se centra en la desaparición de la democracia y del Estado de derecho, y en que que las naciones consideradas como repúblicas pasen a un nuevo régimen autoritario, populista, demagógico, arbitrario y represor.

Puede no ser casualidad que estén llegando al poder mandatarios que en mayor o menor grado tienen temas pendientes con la justicia, por corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias, vinculación con el crimen organizado y con poderosas oligarquías.

Ahí están ejemplos como Putin, Trump, Pedro Sánchez, Petro, Lula y AMLO incluyendo a su sucesora, Bukele, Milei, Evo Morales, Erdoğan, o Pedro Castillo y las dinastías Kirchner y Fernández.

Son mandatarios cortados por el mismo patrón, populistas, demagogos y represores, que han iniciado o consumado reformas al poder judicial.

Similitudes

La mayoría gobiernos que ciertamente, llegaron por el voto, pero que en el poder han destruido las instituciones democráticas.

Por ejemplo, acaban de hacer público un video que demuestra cómo Elon Musk usó X para virar la elección en favor de Trump a través de una masiva campaña de desinformación y mentiras, y se mantuvo en contacto regular con Putin:

🚨‼️MUST WATCH and SHARE before Elon Musk bans it:

Since US media won’t tell you, UK activists, Led By Donkeys, dropped this video on how Elon Musk and his use of X helped get Donald Trump elected.@ByDonkeys
cc: @BryanDawsonUSA

pic.twitter.com/7xsE3H7XrV

— Morgan J. Freeman (@mjfree) November 10, 2024

Nueva perspectiva

Los cambios en la geopolítica van acompañados de importantes variaciones en el poder, ejemplo de ello, dejar de referirnos a EU como el país más poderoso de mundo., de hecho, quienes tienen la esperanza de que nos van a salvar, podrían estar muy equivocados. Lo adecuado actualmente es decir que EU es uno de los países con más influencia, condición que parece ya comparte con Rusia.

Otro punto que queda fuera de la ecuación, son los derechos humanos. El problema social es más profundo que la preocupación económica. Es un síntoma entre muchos que han generado un Estado de desigualdad y separación social, la moda es la polarización y el conflicto. Hay temas de derechos humanos que se pierden en la discusión de que si la economía está fuerte o no.

Lo económico es un tema político y tangible que se puede medir, sin embargo, la violencia de género, derechos de adopción, diversidad sexual o diversidad de raza son temas que generan controversia en el ámbito político y son usados para armar y generar una separación social entre los valores religiosamente “tradicionales” y los valores de la sociedad moderna de inclusión y tolerancia que a su vez traen consigo intolerancia y sensibilidad.

Apenas un día antes de la elección en EU hubo temor entre las mujeres, personas de diversidad sexual y/o género y personas no blancas porque sectores de la población adoptaron el mensaje de Trump que usó como bandera, los valores religiosamente tradicionales, a lo anterior, se suma la manipulación de la información sobre la economía y el gran alcance de las redes sociales, que a través de un algoritmo difundieron mensajes de odio y mala información sobre el estado del país.

Justamente la operación de Elon Musk que ahora ha sido denunciada.

Si bien, la inflación fue un tema circunstancial que cimentó la fuerza y poder de Trump sobre Kamala, en Estados Unidos parece prevalecer un arraigado machismo, quizá si los demócratas hubiesen apostado por un candidato varón, la historia sería otra.

Polarización y cambio

En política no hay amigos, pero sí intereses. Si el gobierno de Claudia Sheinbaum insiste en la polarización que impuso AMLO, estará más débil frente al presidente de Estados Unidos.

Normalizar estos hechos, nos llevará a un grado de sumisión brutal, pobreza y dependencia frente a los países más influyentes como China, EU y Rusia.

X: @diaz_manuel

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