¿Qué es el SIBO, la enfermedad que Selena Gomez confesó padecer? Te decimos los síntomas y si se cura
A través de recientes declaraciones, la actriz y cantante Selena Gomez confesó padecer SIBO.
Esto luego de que Selena Gomez, de 32 años de edad, levantara la voz, tras una ola de críticas a su apariencia.
Luego de que la actriz Selena Gomez se hiciera presente en el estreno de la película Emilia Pérez en el Festival de Cine Francés Americano en Los Ángeles, California, Estados Unidos.
Y en que se le criticó a Selena Gomez por estar tapando su estómago con sus manos, pese a lucir bastante contenta y normal.
Con ello, Selena Gomez se forzó a confesar padecer SIBO, enfermedad intestinal de la cual habla abiertamente y asegura no importarle lo que digan de su cuerpo.
“Tengo SIBO en mi intestino delgado. Se inflama. No me importa no parecer un monigote”, precisó Selena Gomez “no tengo ese cuerpo. Fin de la historia. No, NO soy una víctima. Solo soy humana”, concluyó la cantante.
SIBO, la enfermedad que padece Selena Gomez
El SIBO es la enfermedad que padece Selena Gomez, tras confesar este padecimiento que le afecta.
Con ello, el SIBO es una afección en la que un exceso de bacterias crece en el intestino delgado.
Lo que ocasiona que las personas que padezcan SIBO tengan varios problemas intestinales y del estómago.
Pues el SIBO ralentiza el paso de alimentos y desechos en el tubo digestivo, creando un caldo de cultivo para las bacterias.
Síntomas del SIBO, la enfermedad que padece Selena Gomez
El SIBO, la enfermedad que confesó padecer Selena Gomez tiene varios síntomas y afecciones, tales como:
Hinchazón abdominalDistensión abdominalSensación de digestiones pesadasAumento de gasesAcidezDiarreaEstreñimiento
¿El SIBO, la enfermedad que padece Selena Gomez se cura?
El SIBO, la enfermedad que padece Selena Gomez no se cura definitivamente, aunque con tratamiento y cambios de alimentación se puede tener un mejoramiento bastante considerable.
Sin embargo, para esto, las personas con SIBO deberán llevar su tratamiento a través de un médico.
Por lo que además de un tratamiento con antibióticos, así como suplementos y probióticos recetados, los pacientes deben también seguir una dieta controlada y balanceada.