Hezbolá, dispuesto a seguir la guerra contra Israel en Líbano
En medio de intensos bombardeos israelíes y un creciente conflicto en Líbano, Naim Qasem, nuevo líder de Hezbolá, afirmó que el grupo islamista mantendrá su resistencia contra el ejército israelí, a pesar de los significativos golpes sufridos.
Qasem, quien se dirigió a la nación tras su nombramiento, también indicó que aceptaría un cese el fuego, pero sólo bajo ciertas condiciones, lo que representa un acuerdo lejano.
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Desde el inicio de las hostilidades en septiembre, las fuerzas israelíes intensificaron sus ataques contra las posiciones de Hezbolá, incluyendo bombardeos en Baalbek y Sohmor, donde se reportaron al menos once muertes por los ataques aéreos. Israel también confirmó la muerte de Mustafa Ahmad Shahadi, segundo al mando de Hezbolá, lo que aumenta la cifra de altos mandos del grupo eliminados en las últimas semanas.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, reveló que funcionarios estadounidenses, incluido el enviado especial Amos Hochstein, están en conversaciones para un posible cese el fuego. Hochstein se mostró “cautelosamente optimista” respecto a un acuerdo antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre.
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Sin embargo, Israel exige la retirada de Hezbolá del sur de Líbano y el despliegue del ejército libanés en la frontera, además de un mecanismo internacional para hacer cumplir la tregua.
Estragos de ataques continuos
A medida que la violencia continúa, más de 1,754 personas perdieron la vida en Líbano desde el 23 de septiembre, en el contexto de una ofensiva que busca neutralizar al grupo islamista Hezbolá. En respuesta, el grupo lanzó drones y cohetes contra instalaciones militares israelíes, afirmando haber eludido los sistemas de defensa antiaérea.
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Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza se deteriora rápidamente, con una grave escasez de alimentos afectando a más del 80% de la población.
Las negociaciones para una tregua temporal, que incluye un intercambio de rehenes y la expansión de la ayuda humanitaria, continúan entre Catar, Egipto y Estados Unidos, en un esfuerzo por mitigar el impacto de este prolongado conflicto.