No es tasca, ni pub, pero tampoco cantina, es La Buena Fe

Bienvenidos amantes de la gastronomía. Siempre nos gusta conocer lugares nuevos, pero sobre todo lúdicos, que nos permitan jugar con los sabores, las texturas, los olores, para que sea una experiencia sensorial.

Pues todo eso podemos encontrarnos en un lugar llamado La Buena Fe, que se define a sí misma como un lugar que no es propiamente una cantina, tampoco es una tasca española y mucho menos un pub inglés, pero que tiene el encanto de los tres.

Está ubicada Av. Altavista número 43, en la hermosa zona de San Ángel, muy cerca del famoso edificio construido por el gran artista Juan O´Gorman: el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Definitivamente si andan por la zona, La Buena fe es un “must” insoslayable.

Es un lugar que tiene un triple encanto, pues se puede perfectamente ir a pasar el rato, sin pretensiones de una “comida formal”, botanear y pasártela muy bien. Y voy a hablar de las “joyitas” que encontré, y valen la pena que las vayan a probar.

Nada mejor para abrir boca que una carne tártara, y me sorprendió para bien la versión que maneja este lugar: la “Cecina de Yecapixtla Rasurada” es la versión mexicanísima de este platillo creado en Francia en 1903 por Auguste Escoffier, aunque parece ser que el origen primigenio de este plato se remonta a épocas de Marco Polo.

La cecina que probé fue marinada con limón, salsa inglesa y Maggie, acompañada de jitomate, cebolla y cilantro finamente picado; y déjenme decirles que es una verdadera delicia, me sorprendió pues no creí que una carne salada como la cecina se prestase para una elaboración en crudo. Vale la pena probarla.

Otra botana que vale la pena probar, sobre todo porque estamos en plena temporada, es la de huitlacoche, con queso y finas rebanadas de chile serrano; un baile en el paladar.

Pero también hay platos de quesos para compartir al centro, hay chalupas y también tortilla española; o un fondue a la mexicana con queso Gouda, salsa verde y cilantro.

Con estas lluvias, se antoja algo caliente en boca, y para ello tienen una gran variedad de sopas, desde la clásica de fideo seco, sopa de tortilla e incluso una sopa de mariscos. Así como también tienen varias opciones de ensaladas como la de la casa que es un clásico mexicano, la típica de berros, tocino y champiñones, como una caprese de manufactura italiana.

Tienen una vasta cantidad de tacos, desde los elaborados con cecina, de cochinita pibil, barbacoa, lengua o de Prime Rib. Platillos tan de cantina como la famosa “oreja de elefante”, o la “sábana de res invierno”; si son amantes de la carne es un lugar para darse vuelo.

Pero si son de los que prefieren otro tipo de proteína -como el pescado- también cuentan con varias opciones en su carta, ya sean camarones, róbalo o salmón, además de que cada día tiene su especial de la casa, que dependiendo del día de la semana, nos podemos encontrar con un plato mexicanísimo como las “albóndigas al chipotle”, pasando por la birria, hasta llegar a la paella valenciana.

Postres tienen de esos que apapachan el alma, y recuerdan a casa, comenzando por el arroz con leche, pastel de elote, ate con queso, natilla de la casa, flan napolitano, hasta diversos pasteles.

El costo de los platos va desde los $160 pesos hasta más de los $800, dependiendo por supuesto del tipo de platillo; sin embargo, valen mucho la pena. Den la vuelta por la zona, y aprovechen para visitar el museo que está prácticamente a unos pasos del lugar.

El lugar es bello, tanto en la parte interior como en la amplia terraza que da a Avenida Altavista.

Bon appetit.

Cat Soumeillera en X: @CSoumeillera

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