Samuel, súbete al camión… o al Metro

IRREVERENTE

Les platico:

Filas de más de 100 metros de gente esperando hasta por cuatro horas un lugar -aunque sea parados- en el transporte urbano de Monterrey, Metro y camiones.

Escenas de la serie “The Walkind Dead” se ven todos los días por todos los rumbos de Monterrey.

Pobre gente, sufriendo un transporte urbano que ni Samuel ni su parvada de compinches conocen, porque ellos tienen flotillas de camionetotas con chofer y guaruras a su entero servicio.

“Miserables cabrones”, diría mi abuela la alcaldesa.

Las presuntuosas y presumidas unidades chinas que se llueven por dentro, obligan al uso de paraguas entre los desvencijados asientos.

Avenidas de alta circulación vehicular bloqueadas por obras que solo están “listas” para el corte del listón.

Técnicos especializados en transporte urbano venidos a menos en esa función (Vgr: Hernán Villarreal), porque sus celulares no paran de sonar con encargos políticos del “güero”, como le llaman a Samuel el gobernador.

La proverbial laboriosidad de Monterrey, trastocada hasta la madre por los interminables traslados de los trabajadores, de sus casas a la fábrica y viceversa.

Familias hechas girones porque los padres de familia que trabajan, salen de madrugada a tomar el camión o el Metro y regresan de noche a dormir unas cuantas horas y al día siguiente, otra vez, a la chinga de irse a la chamba.

Los tiempos de traslado en el área metropolitana de Monterrey se han duplicado desde que Samuel llegó a la gubernatura.

Durante casi tres años se la ha pasado ocupado en todo tipo de menesteres políticos y de imagen, menos en resolver los problemas que aquejan a un Estado pujante, que hoy sobrevive entre pujidos.

Y en medio de todo esto, los medios y analistas de pacotilla pagados por la dirección de prensa, alabando la figura de un devaluado gobernador que no se ha dado cuenta de que ya es un cadáver político a pesar de su corta edad.

Y en medio de todo esto, un “asesor” extranjero contratado desde el 1 de enero de 2023, que cobra $5 millones mensuales más viáticos, por “ayudarle” a Samuel a dilapidar lo que le queda de capital como “servidor público”.

Samuel, el hiperlactante

Y en medio de todo esto, Samuel haciendo alarde de su jactanciosa hiperlactancia, diciendo que el Estado está blindado, sí, pero por los delincuentes que se matan entre ellos y se llevan de corbata a cientos de nuevoleoneses atrapados en la refriega.

Nunca Nuevo León había sido tan mal gobernado como ahora.

Cajón de Sartre:

Mañana, cambio completo de programa, no sin antes recordar de nuevo, el silencio cómplice de Samuel García, Miguel Treviño de Hoyos y los cuerpos consulares, ante el terror vivido por un técnico extranjero de los Jonas Brothers, durante su estancia en un hotel de postín -el Live Aqua- de San Pedro Garza García.Por supuesto, todo esto sin faltar el Incomparable Iván.

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