Una reforma electoral con amplio análisis y debate

Cuánta información se ha generado en los últimos días. Como parte de la transición que estamos viviendo, las piezas estratégicas del ajedrez se mueven para ir generando sinergias y, por ende, una visión clara del proceso de transformación que se ha planteado Claudia Sheinbaum en aras de continuar profundizando las políticas públicas. Eso, por mucho, va a seguir ocurriendo antes de que tome protesta en calidad de presidenta constitucional de México. Es, como sabemos, la primera mujer —después de 200 años— que conducirá los destinos del territorio nacional. Será, además de una jefa de Estado legítima, un motor de impulso para que la calidad de vida, como ha venido aconteciendo, mejore hasta alcanzar un punto óptimo. De eso no hay ninguna duda que sucederá, pues Sheinbaum, a lo largo de los años, ha dejado claro que sabe gobernar con responsabilidad.

Desde luego, ya lo dijimos, será de vital importancia el apoyo incondicional que ha mostrado el pueblo de México a lo largo de los últimos años. De hecho, ha venido ocurriendo un fenómeno social que, tiempo atrás, no sucedía con los expresidentes de la república. Me refiero al cariño y amor que se desborda por el proyecto lopezobradorista que, por muchas razones obvias, está marcando una era de cambio sustancial. Para tal efecto, de igual forma, el trabajo que realice el legislativo federal, con la facultad que tiene, también marcará la pauta a fin de construir los proyectos que se han trazado no solamente en el timón que tomará Claudia, sino en los pendientes que, por los tiempos, no se llevaron a la práctica. Entre ellos, por supuesto, el tema de la reforma al poder judicial. Y tal y como ha sido publicado, el rubro continúa en la misma dirección.

Aunque mucho se ha hablado del asunto, el proyecto sigue en puerta. El mismo coordinador de los diputados en San Lázaro, Ricardo Monreal, ha ido marcando los tiempos al considerar el arranque de la toma de protesta de los legisladores. Por un lado eso y, por otro, el zacatecano ha dicho que es fundamental un análisis más profundo para garantizar mayor apertura al contenido de los 16 artículos que se han puesto sobre la mesa para su modificación. Es, a grandes rasgos, una maniobra muy inteligente de Monreal, pues el tema, como se sabe, ha ido escalando en la discusión, especialmente a otras latitudes internacionales. Es obvio que el curso continuará, pero de forma estratégica, organizada y planeada, algo a lo que nos tiene muy acostumbrado Ricardo.

Morena cumplirá con el mandato popular. Es decir, la reforma al poder judicial va. Sea cual sea la consigna de la oposición, el lopezobradorismo no meterá reversa para concretar, sin lugar a dudas, una de las prioridades de la agenda de Claudia Sheinbaum. Siendo más claros, lo único que aconteció, así lo percibimos, fue una pausa estratégica para encontrar más coincidencias. El propio Ricardo Monreal, con esa sagacidad que tiene para operar estos temas, ha mencionado los días cruciales que se tendrán para analizar el punto. Se revisará más a detalle y, por consiguiente, tendremos debate amplio y apertura de opiniones.

Siendo así, la posibilidad de que el tema salga adelante, naturalmente, es mayúscula. Desde mi punto de vista, la reforma al poder judicial será una realidad. Y no solamente lo decimos por la mayoría abrumadora de la fracción parlamentaria de Morena, sino porque es un proyecto que la sociedad respalda. O sea que, pese a las grandes presiones de los grupos conservadores, no habrá marcha atrás: tendremos nuevas leyes en materia judicial una vez que se modifique la Constitución, básicamente con el apoyo irrestricto de la coalición Seguimos Haciendo Historia, y de la responsabilidad que cada uno ha asumido después de ser electos representantes del pueblo de México. En pocas palabras, son demasiadas las razones para seguir democratizando la vida pública del territorio nacional.

Desde luego, Claudia Sheinbaum continuará manteniendo la principal esencia del proyecto de transformación, pero con su propio estilo, tan es así que, en varias ocasiones, ha dejado claro que tendrá libertad para tomar decisiones importantes que, a la postre, repercuten en acciones de gran provecho e impacto. Detrás de ella, por supuesto, tiene una columna vertebral en el mejor nivel. Todos los nombramientos que ha hecho, sin excepción alguna, hablan del compromiso y la responsabilidad. Para tal efecto, es evidente la lealtad de todos los legisladores que integran la coalición Seguimos Haciendo Historia. Es, por así decirlo, una mezcla que traerá acciones de beneficio social y, de paso, mayor estabilidad y desarrollo. En todo caso, Morena, o mejor dicho el lopezobradorismo, ha demostrado estar a la altura de las circunstancias. Estos seis años, de hecho, marcaron una era diferente, humana, próspera, plural y democrática. La prueba más nítida son los altos índices de aprobación del presidente López Obrador. Él, a propósito de ello, cerrará su mandato con 75% de apoyo. Eso, en sexenios pasados, jamás sucedió. Eso, indudablemente, marca la diferencia entre un proyecto y otro.

La respuesta es simple: en esa misma dirección camina Claudia Sheinbaum. Y, por si eso fuese poco, se aprobarán todo el paquete de reformas de modificación al marco constitucional. Entre ellas, desde luego, el tema del poder judicial, pues su principal protagonista, Ricardo Monreal, ha movido las piezas de forma estratégica para encontrar la llave de acceso.

Y ya que hablamos de ese rubro, Ricardo Monreal, con un posicionamiento firme y justificado, ha dicho que defenderá la autonomía del poder legislativo para tomar decisiones, luego de la flagrante intromisión que tuvo un juzgado de distrito en el estado de Morelos y Chiapas para que no sea discutido el tema de la reforma al poder judicial. Eso, además de violar el principio de legalidad, pasa por encima de la propia Constitución. Se nota que son patadas de ahogado las que mandan los grupos conservadores que se oponen a los ajustes que, en definitiva, son inminentes, básicamente por el respaldo social que tiene. Más allá de eso, Morena, junto a su coordinador en San Lázaro, defenderán a capa y espada una determinación que es competencia únicamente del legislativo federal.

Notas finales

Por unanimidad, Ricardo Monreal fue elegido presidente de la Junta de Coordinación Política. Hubo un apoyo total de los legisladores. A propósito de ello, el zacatecano tendrá diputados que, además de empujar fuertemente los temas de la agenda, serán de gran ayuda por la experiencia que han mostrado a lo largo de su carrera. Entre ellos, por supuesto, Fernando Castro Trenti. Él, sin duda, será una pieza crucial en el armado y funcionamiento de San Lázaro, pues su capacidad probada y comprobada lo coloca en los reflectores del Congreso federal. En todo caso, Trenti es también un excelente operador político que sabe manejar perfectamente los rubros con un nivel de desempeño óptimo. Siendo así, veremos muchos atributos desde la tribuna.

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