¿Imitando a Bolivia?

“Llueve y está mojada la carretera

¡Qué largo es el camino! ¡Qué larga espera!

Kilómetros pasando, pensando en ella

¡Qué noche! ¡Qué silencio! Si ella supiera

Que estoy corriendo

Pensando en ella.”

JULIO IGLESIAS

“Catarí, catarí…

Pecché me dici sti

Parole amare,

Pecché me parle

E ‘o core me turmiente, catarí?

Nun te scurdà ca

T’aggio dato ‘o core,

Catarí, nun te scurdà!”

SALVATORE CARDILLO

¿Una situación gravísima es el intento de golpe de Estado como el que acaba de ocurrir en Bolivia? La respuesta es obvia pero lo pregunto porque el presidente López Obrador apenas ayer dijo que “solo que hubiese una situación gravísima. Por ejemplo, una invasión, una guerra, pero eso no va a haber…” regresaría de su retiro para intervenir en nuestra política nacional.

¡Menos mal que falló el golpe de Estado en Bolivia!. Sea porque querían defenestrar al actual presidente Luis Alberto Arce Catacora o, como dijo el general golpista Juan José Zúñiga, que lo hizo por indicaciones del mismísimo presidente, ello no quita que es un aviso en toda regla, y no solo para los bolivianos…

Bastantes similitudes entre Bolivia y nuestro país deberían prender las alarmas de los mexicanos; las de López Obrador, ciertamente, pero especialmente las de Claudia. Llevándolo al extremo, ¿es absolutamente inverosímil que Andrés Manuel fragüe un auto-golpe de Estado para continuar como titular del Ejecutivo federal o, bien, que el Ejército mexicano aproveche los turbulentos momentos de la transición o la incipiente presidencia recién inaugurada para hacer lo propio?

Volvamos a Bolivia por un momento. Esta nación ha padecido en últimas fechas una lista de impresentables mandatarios. El peor de ellos, Evo Morales, político latinoamericano de los más queridos por la 4t… Si Bolivia está convulsionada mucho se debe a las políticas que impulsó Morales durante sus casi 14 años de gobierno.

Sus primeros cuatro años fueron gloriosos; el PIB de Bolivia crecía por arriba del 5%; el vender litio al extranjero, así como oro y otros recursos naturales inyectó dinero al país de una forma pocas veces vista. El problema surge en el 2009. El mismo FMI —que antes había felicitado a Evo por el “milagro económico boliviano”— lo señaló como el artífice de que el azúcar escaseara… El problema continuó pues, para la primera mitad del 2011, Bolivia ya había importado la misma cantidad de alimento que había importado durante todo el 2010…

Entre muchos otros factores, la tragedia de Bolivia y de otros países latinoamericanos es el ser ricos en recursos naturales y tener pésimos gobernantes. Por ejemplo, es el país con mayores reservas de litio del mundo, pero noveno exportador del mineral (y una buena parte se lo vende subsidiado a Rusia). En otras palabras, su riqueza regalada por razones ideológicas…

Pero a lo que voy: hace tiempo Evo impulsó una reforma a los altos tribunales de justicia para que estos fueran elegidos por el voto popular… Suena conocido, obviamente.

Los resultados han sido desastrosos; dicho por los propios bolivarianos: los jueces se hincan en la Plaza Murillo, haciendo alusión al palacio de gobierno. En resumidas cuentas, ya no tienen a un poder autónomo.

Lo segundo que quiero mencionar: ¡vaya que Morales se encargó de empoderar al ejército!; el presupuesto de las fuerzas armadas bolivianas aumentó en un 100% entre 2005 y 2014, y continuó creciendo estratosféricamente en los demás años de Evo. Por cierto, vale la pena señalar que Evo finalmente renunció “por sugerencia de los militares y fuerzas del orden”…

O sea, después de años, no importa el dinero que se dedique a las Fuerzas Armadas —o quizá por eso—, ni siquiera ellas resisten a los posibles dictadores o a actuar como unos… Al menos en Bolivia se creció por arriba del 5% anual, cosa que no ha sucedido en México sumando el crecimiento de todo este sexenio.

Señoras y señores, no hace falta ser experto en política comparada de la región latinoamericana para saber que si haces lo mismo, tarde que temprano arribarás a los mismos resultados… a los mismos resultados que Bolivia, en este caso.

Pero ahora paso a lo más curioso del análisis comparativo que hago hoy: se entiende el porqué del apoyo de la 4t al actual régimen bolivariano (títere nacido de Evo Morales), pero que puede llegar a tener vida propia —para bien o para mal— si decide cortarse los hilos de marioneta. Lo que también se entiende —pero sobre todo no se debe olvidar— es que en Bolivia habrán elecciones generales el próximo año y de que este intento de golpe de Estado fallido —autoinfligido o no— ¡se trató de esos comicios venideros! ¿Preparación para que en el 2025 Evo no se lance una vez más (se supone que está impedido por ley) o lograr que Arce nada le deba a su sucesor (aunque sí a los militares) o generación de incertidumbre para que Morales reaparezca como “el gran salvador de la patria”? Regresar solo si hay guerras o revoluciones… ¿les suenan las frases?

Ellos tendrán su proceso electoral en el 2025 y nosotros una revocación de mandato en el 2027. Ellos tienen un caudillo en Evo y nosotros a otro en López Obrador. Ellos tienen un ejército sobrevaluado (y demasiado bien pagado) y nosotros también. Ellos tienen el horror de un Poder Judicial cooptado y México quiere copiar ese esperpento.

¡Cuidado! Urge que Claudia Sheinbaum meta calma (sabemos que López Obrador hará lo contrario), que analice los paralelismos y saque sus propias conclusiones.

México no debe entrar en una espiral de desconcierto; el pavor que viven los trabajadores del Poder Judicial y los bamboleos en el tipo de cambio anuncian un panorama preocupante y propicio para locuras como la que vimos en Bolivia.

La lección más importante a tener presente es que las Fuerzas Armadas siempre llenan los espacios si se les da la oportunidad. Ese es el problema de haberlos metido al juego político y económico y social y…, y de seguirlo haciendo. Nunca se sabe cuándo el ejército se va a activar ni a nombre de quién.

Giro de la Perinola

– ¡Qué corta la memoria y que largo el olvido! Lula da Silva, presidente de Brasil, aseguró que “en América Latina los golpes nunca funcionaron”. ¿Se refiere al de Castro en Cuba? ¿A todos los que sufrió Brasil? Caray, debería de ser más específico; mucho más específico.

– Solo Bolivia elige por el voto popular a los jueces de los altos tribunales. No hay otra nación del mundo occidental que lo haga. Ninguna otra. No queramos engañar; no busquemos que la gente caiga en confusiones, por favor.

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