Todos quieren ser de la izquierda ideológica

Ser de izquierda, preocuparse por los privilegios y posicionarse en favor de construir igualdad es ahora la postura dominante en el espectro ideológico. Así como en algún momento lo fue el neoliberalismo o la globalización, nuestro país demuestra mediante las opciones electorales existentes que la competencia programática ha dejado atrás postulados esenciales de ese gran conglomerado al que se le llamaba “derecha”.

Una breve lista de ideas pertenecientes a esa postura ideológica: no al aborto legal, no a la marihuana legal, sí a disminuir impuestos a empresarios, sí al liberalismo económico que implique eliminar regulaciones, sí a los incentivos gubernamentales a las empresas privadas para que activen la economía, no a la apertura a las personas trans ni a financiar con dinero del gobierno cirugías de reasignación sexual, apertura a privados para realizar negocios con sectores reservados al Estado, como el energético, etc. En resumen: libertad en lo económico, tradición y conservadurismo en lo social.

Sin embargo, después del tercer debate y en el análisis posterior, predomina una batalla de todas las candidaturas por ofrecer al electorado las propuestas más de izquierda, más “buena ondita”, más progresistas y más igualitarias.

Esto es probablemente uno de los triunfos más grandes del sexenio obradorista: desplazar toda la opinión pública, la oferta electoral y la preferencia por la mayor progresía.

Si realizáramos una medición para saber quiénes encabezan las propuestas de la izquierda mas progresista, definitivamente sería el candidato por Movimiento Ciudadano, Álvarez Máynez.

El siguiente lugar sería para Claudia Sheinbaum.

La duda para el último pertenecería a Xóchitl Gálvez debido a la incertidumbre que genera la falta de proyecto. Podemos saber que probablemente ella se encuentra en favor del aborto, tal vez, pero el Partido Acción Nacional en el que milita impulsa e insiste en penalizar y criminalizar a las mujeres por decidir sobre sus propios cuerpos. Dice que está en contra de la prisión preventiva, pero en Guanajuato y Querétaro es una herramienta de cajón para sus fiscales mientras que su equipo de seguridad la defiende.

El triunfo de imponer las posturas de izquierda en el espectro ideológico dominante no es total: eventualmente, la ciudadanía que no se siente representada podría ser lo más susceptible a crear, apoyar y crecer el ultra conservadurismo de ultras derechas modernas como “Vox” en España.

Aún así, algunas posturas de Morena le acercan a la izquierda más conservadora o moderada de la boleta: el militarismo, el apoyo a la presión preventiva oficiosa, la política de drogas centrada en perseguir consumidores, la tibieza para legalizar el aborto en todo el país, etcétera.

Probablemente ahí radica el éxito de ese partido: lo suficientemente conservadores, tradicionales y familiares para los católicos; lo suficientemente abiertos, humanistas y “feministas” para la progresía. El único partido que logró estar bien, como diría el dicho, con Dios y con el Diablo.

X: @ifridaita

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