Cuidar a quienes siempre han cuidado

A las mexicanas y mexicanos:

Las labores del hogar y de cuidado aportan 1.8 billones de pesos a la economía mexicana y representan 24% del Producto Interior Bruto, es decir, prácticamente uno de cada cuatro pesos. Lo cual es mucho más que la aportación de los sectores económicos punteros como la industria manufacturera y el comercio, que rondan entre 18 y 20%, respectivamente.

Generalmente este trabajo no es remunerado y recae casi siempre en las mujeres, lo que permite que otras personas de la familia puedan salir al mercado laboral o a estudiar; sin embargo, quienes se quedan en el hogar al cuidado de personas adultas mayores, con discapacidad o niñas y niños, pierden esta oportunidad, dejando de lado su desarrollo y su independencia.

De acuerdo al Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las mujeres destinan 67% de su tiempo semanal al trabajo no remunerado en el hogar y únicamente 31% al mercado laboral. Lo que evidencia que trabajan una doble jornada laboral y que tienen menos posibilidades de acceder a empleos formales, salarios dignos y seguridad social.

En consecuencia, tampoco acceden a servicios financieros y crediticios, lo que les impide formar un patrimonio, emprender negocios propios y alcanzar su empoderamiento económico, lo que las coloca en una condición de vulnerabilidad y las hace más susceptibles a ser víctimas de los diferentes tipos de violencia de género.

Nada más y nada menos que 32 millones de personas de 15 o más años brindan cuidados a integrantes de su hogar o de otros hogares, de las cuales 75% son mujeres, es decir, 23.8 millones. De ese tamaño es el reto que debe enfrentar la transformación de México.

Las cifras y estadísticas anteriores nos indican cuál es una de los principales situaciones que dan paso a la desigualdad y dónde es que tenemos que tomar medidas urgentes, a través de programas y políticas públicas eficaces, eficientes, humanistas y con perspectiva de derechos humanos y de género.

La propuesta de la candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para que todas las mujeres a partir de los 60 y hasta los 64 años reciban un apoyo económico, es sensible, acertada y justa. Ellas a lo largo de su vida se han hecho cargo de las labores del hogar y de los cuidados de la familia, por lo tanto, merecen también ser cuidadas por el Estado.

La próxima presidenta de México se ha comprometido a instrumentar un Sistema Nacional de cuidados, que comprende entre otros aspectos: centros públicos de cuidados y educación inicial para la primera infancia, así como escuelas de tiempo completo para que las mujeres puedan salir de casa con la confianza de que sus hijas e hijos están recibiendo atención integral y adecuada conforme a su edad.

Además, se incrementarán las licencias de maternidad y paternidad e impulsará una nueva organización del trabajo de cuidados para lograr una mayor equidad laboral y la corresponsabilidad entre los hogares, la sociedad, el mercado laboral y el Estado.

El Sistema Nacional de Cuidados constituye una alternativa para generar empleo, impulsar el surgimiento de nuevos mercados, aumentar la recaudación y contribuir al bienestar de la población, particularmente de las mujeres cuidadoras, y asegurar el derecho fundamental de recibir y brindar cuidados.

En suma, será un instrumento esencial para la incorporación de las mujeres en la economía nacional, lo que beneficiará a la sociedad en su conjunto y tendrá impactos positivos en el bienestar de las familias mexicanas y el desarrollo de México.

Paola Félix Díaz-Activista Social: @larapaola1

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