El fin de las mañaneras en puerta

Las mañaneras tienen que llegar a su fin, aunque su creador y principal protagonista no quiera, yo sugeriría si me lo preguntaran.

El desgaste de las mañaneras es sumamente grave para los morenistas y sobre todo para la propia Claudia Sheinbaum.

Cada palabra que emite el presidente en ellas ya son dardos cargados contra su candidata favorita y aunque no la mencione ni particularmente este hablando de ella, los arrebatos y explosiones iracundas de Andrés Manuel López Obrador le dañan y le perjudican a Claudia Sheinbaum, como quien dice, el presidente ya no le ayuda con ellas.

También, las mañaneras deberían ya de terminar porque la gente así como lo ha mencionado incluso Obrador, en un tono sarcástico, sí es verdad que se enardece con ellas y se enoja.

A él parece que le divierte y le entretiene haciendo enojar a mucha gente con su show matutino.

Finalmente él logra el objetivo y es que diariamente se hable de él.

Pero, la verdad es que nadie quiere que el 2 de Junio el país esté convulsionado, rabioso y y haya un ambiente de agresión.

Queremos elecciones de paz, aunque uno piense que esto es muy difícil tan solo al evocar a nuestra mente cuantos candidatos muertos van.

Estoy segura que debe de ser muy difícil para las personas que rodean al presidente hacerle entender que “por el bien de todos”, las mañaneras deben cancelarse.

Aquí he escrito y reescrito y analizado la profunda importancia que adquirió la mañanera para AMLO de este país.

Fue su sostén, su diván psicoanalítico, su desahogo y su recurso para sobrevivir emocionalmente a los embates contra su gobierno.

Entiendo que ahora menos que nunca quiera dejarlas. Pero es que ya dieron “de sí” las mañaneras y al presidente se le ve desgastado.

Una imagen de él así pues a nadie le gusta. Necesitamos líderes que transmitan certeza y fuerza sobre todo en días como hoy en donde falta muy poco para que lleguen las elecciones más importantes e históricas de este país.

También es necesario que la gente descanse de este concepto que sin duda fue la máxima creación del presidente López Obrador y es que si de un día para otro brincamos de las mañaneras obradoristas a las mañaneras Sheinbaumistas pues la diferencia será abismal y nos tardaremos bastante tiempo en entenderlas o incluso en ser parte de ellas.

Eso, por supuesto de ganar Claudia Sheinbaum.

Las conferencias de Xóchitl Gálvez aún no terminan de “cuajar” digamos que como bien lo dijo ella, si algo tenía López Obrador es carisma.

Xóchitl lo tiene también, es innegable, pero está en ese punto en donde no sabe si comportarse graciosa o comportarse seria en este ejercicio que ella ya ha hecho de plantear y proponer  sus propias conferencias.

Se agradece, sin duda, el formato de Xóchitl. No son diarias.

Espero y confío que Claudia tenga la sensatez de hacer lo mismo si gana la presidencia.

Por cierto, ahora que pienso en Claudia, espero ya no esté tan enojado el presidente con el resbalón que cometió su candidata favorita dando a entender que ella no buscaba ser presidenta por ambición como el presidente sí lo hizo.

Aunque salió a aclarar que no dijo lo que sí dijo, a todos dejó confundidos.

Creo que internamente Claudia Sheinbaum tiene un genuino don para el liderazgo y su dicho hace unos días, aunque haya insistido que no quiso decir eso, fue espontáneo.

Hay una gran parte de ella que quisiera quizá no vivir bajo la sombra del presidente, pero él no la dejará en paz. Ni él ni los hijos. Casi se los puedo asegurar.

Pues bueno, empieza una semana más, la mitad de mayo arranca y estamos a días de las elecciones. Y tenemos la sensación de que falta mucho tiempo para ello y ya serán pronto.

Salgamos a votar todos. Esa es nuestra obligación cívica y tratemos también de no caer en las provocaciones del presidente que desde su mañanera intenta que nos encontremos rotos y divididos.

Es cuanto.

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