América, Barça y el ejemplo perfecto de cómo ser un mal perdedor
“La gente puede ser muy creativa cuando no acepta un resultado”, dijo el mítico Arsene Wenger cuando le preguntaron si el ‘gol fantasma’ de Lamine Yamal debió ser dado por bueno en el Clásico de España entre Real Madrid y Barcelona.
Y tiene toda la razón. Hay equipos, en especial sus aficionados, que pueden decir cualquier barbaridad con tal de no aceptar lo simple, lo que pasa en todos los deportes, que perdieron y que perdieron ante un rival que simplemente fue mejor.
América y Barcelona, así como sus fans, incluso el presidente del cuadro culé, demostraron lo que es no saber perder e inventar cualquier argumento para no aceptar la realidad y mucho menos ser autocrítico.
América, el primer mal perdedor del fin de semana
Primero el sábado, en el partido con la rivalidad más pasional de México, el Pumas vs América, donde se dio un resultado realmente sorprendente.
Y es que muy pocos, incluso entre fans de Pumas, pensaron que el equipo de la UNAM podría competirle al América y mucho menos ganarle. Aunque para su sorpresa, la victoria fue para el cuadro auriazul en un encuentro donde, para no variar, hubo polémicas arbitrales.
La fuerte entrada de Piero Quispe es el pretextazo que están usando los fans del América para decir que les ‘robaron’, sin aceptar que Pumas fue mucho mejor que en los 90 minutos del partido.
El equipo de la UNAM fue mucho más en lo único en lo que podía ser superior al América sobre un terreno de juego: intensidad.
Los analistas cargados hacia el equipo azulcrema, dicen que la derrota es más culpa de América y no virtud de Pumas por una simple, sencilla y burda razón: “el equipo salió con soberbia”.
Cabe mencionar que el equipo de América para enfrentar a Pumas fue el estelar, pero los fans y analistas de bufanda se empeñan en usar a la “soberbia” como su pretexto favorito.
No dicen que al América le cuesta defender y que Malagón es el portero que más ataja de toda la liga, además de que también se vio mal en los partidos contra Atlético San Luis y Santos.
Prefieren enfocarse en otras cosas que en el tremendo bochorno que fue ver al capitán Henry Martín regañando en pleno partido a Brian Rodríguez por su ridícula expulsión, mientras el uruguayo era defendido por su compañero de podcast Igor Lichnovsky, quien comienza a causar problemas como lo hizo en Cruz Azul y Tigres.
Y si no me creen, puede ver la irónica reacción del chileno contra su capitán, cuando Miguel Layún reveló que Henry rechazó ir a su “programa” por vergüenza deportiva.
El Barça, el otro gran mal perdedor, incluido su ridículo presidente
El otro gran mal perdedor del fin de semana no puede ser otro que el Barça, que cayó de último minuto ante el Real Madrid, resultado con el que pierde por completo las pocas posibilidades que tenía de ganar LaLiga.
Un duro golpe para los culés, sobre todo después de ser humillados (otra vez) en Europa, ahora por el PSG, y quedar fuera de la Champions League.
No voy a decir que no hubo polémica en el partido, la hubo y mucha con decisiones que ‘beneficiaron’ al Real Madrid, como el penal a Lucas Vázquez o el famoso ‘gol fantasma’ de Lamine Yamal.
En mi opinión, el penal fue completamente fabricado por Lucas Vázquez, quien se aprovechó de la novatez de Pau Cubarsí, un gran proyecto de jugador pero que no deja de tener 17 años.
Mientras que el ‘gol fantasma’ de Yamal, no hay ni una sola toma que muestre una evidencia clara de que el balón cruzó la linea de gol al 100 por ciento.
Lo que es una vergüenza es que LaLiga española, considerada por muchos como la mejor del mundo, no cuente con tecnología de gol. Hoy son el hazmerreír en el mundo del futbol.
El que también es un hazmerreír es el presidente del Barcelona, Joan Laporta, quien salió un día después a dar un vergonzoso comunicado, haciendo alusión a que le robaron el partido y encima atreviéndose a pedir que repitan el partido por el gol fantasma de Yamal.
Lo curioso es que el mismo Joan Laporta fue uno de los 18 presidentes, de los 20 clubes de primera división española, que se negó a contar con al tecnología de gol, y ahora se queja.
Por si fuera poco, los fans del Barça se llenan la boca diciendo que el arbitraje les robó el partido, cuando ya se demostró que su equipo pagó a los árbitros durante 17 años y no pasó nada (Caso Negreira).
El FC Barcelona no está descendido gracias que los pagos a los árbitros están demostrados de 2001 a 2018, por lo que el delito, según las leyes españolas, ya ha prescrito.
Pero hoy, se quejan de un ‘robo’ cuando no hay ni una sola evidencia clara que demuestre que el balón cruzó la línea de gol al 100 por ciento tras el disparo de Yamal. En fin, la hipocresía.