12 de 16 alcaldías para Morena; una de ellas la Cuauhtémoc

Con una contienda electoral en pleno apogeo Morena domina la elección presidencial, lo mismo que ocho de nueve entidades federativas. Una de ellas, sin lugar a dudas, la Ciudad de México. Por la magnitud del territorio que se juega, hay una fuerte presión mediática y, desde luego, una guerra sucia que ha montado la derecha para intentar tomar el bastión o epicentro más importante del lopezobradorismo. De hecho, la hostilidad aumentó en estos días de arranque de campaña sin que, hasta ahora, pueda ser útil para permear en la población civil.

Es un hecho que la población de la Ciudad de México ha tomado una decisión y, con ello, la balanza se inclinará a la causa de Clara Brugada. Ella será, no hay duda de ello, la futura jefa de gobierno de la CDMX. La estimación naturalmente puede variar, pero se prevé que, el próximo dos de junio, Morena gane con un promedio superior al 50% del escrutinio público. Siendo así, la meta se superará y, con ello, el efecto traerá triunfos muy importantes en las alcaldías. En la actualidad, de hecho, Morena domina 12 de 16 demarcaciones, de acuerdo con los estudios previos que han medido el pulso de la ciudadanía.

En la medida que la campaña inicie para las alcaldías, y los actores se asomen a los actos públicos y recorridos territoriales, la percepción del lopezobradorismo puede ir aumentando, ya que desde luego, vive una apoteosis en todo el país. Lo que también es un hecho es que, para nada, se repetirá el mismo fenómeno que pasó en las elecciones intermedias del 2021. Recordemos que, ante la falta de organización y exceso de confianza, el partido guinda perdió puntos claves. De hecho, con los movimientos y los reacomodos que se han dado, la unidad es el común denominador. No hay pugnas internas ni muchos menos desencuentros en la actualidad.

Por esa sencilla razón, no hay forma de que Morena deje escapar triunfos importantes que, desde este instante, las propias encuestadoras han presagiado. Con todas estas condiciones, el lopezobradorismo domina —en esta fase previa— 12 de 16 alcaldías. Hablamos de Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Tlalpan y por supuesto la Cuauhtémoc. Este último punto lo hemos denominado, por cierto, la joya de la corona, por el valor político y estructural que tiene. De hecho, hay una combinación de factores para recuperar el corazón de la CDMX. En la Cuauhtémoc, por ejemplo, la coalición “Seguimos Haciendo Historia” vive su mejor momento con Catalina Monreal y, de paso, promedia una intención del voto muy superior a la del Frente.

Estamos, quizá, atestiguando el peor momento del PRIAN, y la delegación Cuauhtémoc no ha sido la excepción: el Frente Amplio por México llega poderosamente debilitado y mermado con el agujero que provocó la salida de Sandra Cuevas. Eso, aunque lo nieguen, dividió los votos de la derecha. La oposición, de hecho, nos pretende hacer creer que el mismo fenómeno se repetirá, como en las elecciones intermedias del 2021. Repito, eso no pasará. De entrada, las circunstancias son distintas y, por supuesto, los perfiles de Morena son potencialmente competitivos y, desde luego, vienen haciendo un trabajo de base muy importante.

Una de ellas, sin duda, Catalina Monreal. Si hoy fueran las elecciones en la Cuauhtémoc, Morena ganaría con el 54%, de acuerdo con todas las encuestas de opinión pública. Esto lo hemos venido comentando desde hace mucho tiempo. Es decir, el lopezobradorismo encontró al perfil ideal para recuperar, ya lo dijimos, el epicentro principal del corazón de la patria. Tomemos en cuenta que, además de ello, es una de las principales prioridades de Morena en esta elección, en particular por todo lo que alberga. Hablamos de padrón electoral, lo mismo que en infraestructura e historia.

Estaremos muy atentos de lo que pasará una vez que la campaña inicie en las alcaldías. Se espera, desde luego, una gran efervescencia por lo que ha provocado Claudia Sheinbaum y Clara Brugada. Además de ello, sabemos, el ambiente político es idóneo para la construcción del segundo piso de la 4T. En CDMX, por ejemplo, Morena ganará por segunda vez consecutiva la elección y, de paso, 12 o hasta 13 delegaciones de las 16 que estarán en disputa. Estamos en la coyuntura perfecta para que eso suceda. Hay unidad y capacidad territorial para movilizar a la población civil que, desde este momento, está tomando decisiones importantes.

Una de ellas, queda claro, respaldar el proyecto de la Ciudad de México.

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