Llámenle (próxima) presidenta Claudia

Sonora Power

Este viernes arranca la campaña electoral, misma que podríamos considerar la elección madre, que implica elegir a quien ocupara el cargo de presidenta de la república, 128 senadores y 500 diputados, de elección directa y pluris.

Sin duda alguna la elección más relevante y que más apasionamientos genera es la de quien ocupara la cabeza del poder ejecutivo federal, aunque es importante decir que no se entiende un proceso sin el otro.

México enfrenta varios retos para el 2 de junio próximo, y claro el dilema sería en este caso elegir entre la continuidad y la posibilidad de profundizar en el plan de transformación impulsado por Andrés Manuel López Obrador o caer en la perspectiva de retroceder y elegir a todo lo contrario de lo que hoy tenemos en México.

La otra situación es dar o no poder absoluto a quien podrá encabezar el gobierno los próximos 6 años y votar mayoritariamente por los que integran las fórmulas de candidatos a diputados federales y senadores, hay que recordar que para tener mayoría en la Cámara de Diputados es necesario tener 334 legisladores, para tenerla en el Senado es necesario disponer de 86 legisladores.

Cada órgano legislativo tiene sus funciones particulares, sin embargo es fundamental entender que no se pueden sacar reformas constitucionales proclives a la visión de la llamada “cuarta transformación” sin esos números, al menos la experiencia a lo largo del gobierno de López Obrador así nos lo ha demostrado.

La izquierda, aunque quiera, no puede sola y sin esos números en la Cámara de Diputados y en el Senado, la perspectiva sería hacer negociaciones inconfesables con la oposición, lo que incluiría ofrecer concesiones políticas vergonzantes para construir los consensos o simplemente no avanzar y seguir pateando la pelota hacia enfrente.

Nótese que en ningún momento he incluido en este escrito la perspectiva de que la candidata de la 4T, de la Coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena-PT-PVEM), Claudia Sheinbaum, pueda ser derrotada, creo que ese debate ya está superado al arranque de la campaña.

Aquí al cuestión es en qué escenario ganará por encima de Xóchitl Gálvez de Fuerza y Corazón por México (PRIANRD), y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano.

Hay todo tipo de escenarios, desde el atropellamiento político que nos dibujó hace escasos 2 días la reciente encuesta de Demotecnia-De las Heras, que pinta un escenario trágico 4 a 1 (67% para Sheinbaum) 15% para Gálvez, o las de un escenario de victoria “moderada” que plantean la perspectiva de un triunfo claro y rotundo, pero por solo 20 o 24 puntos.

Lo más probable es que las cosas terminen en un escenario intermedio, con Claudia triunfando por poco más de 25 puntos de ventaja y aquí es donde entra el escenario de la especulación respecto a las cámaras, porque para prevalecer y hacer valido el llamado “Plan C” en Morena y sus partidos aliados se ha hecho el cálculo de que necesitan 35 millones de votos y esa es la perspectiva que ellos se plantean.

Ha llamado mi atención como analista del tema que Morena y sus aliados se hayan decidido a separar sus fórmulas de senador en Sonora y otros 11 estados, entre los que se cuentan Tabasco, Sinaloa, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Hidalgo y Tamaulipas, porque en esos estados la perspectiva es de un triunfo rotundo, con niveles del 80% de conocimiento y alta intención de voto.

Ese complemento al “Plan C” podría darle al grupo que es favorable al gobierno una mayoría absoluta en la llamada cámara alta y partiendo de la perspectiva de que la Cámara de Diputados aparece en un escenario mucho más probable de mayoría directa, esto adquiere su lógica.

Claro, esto pasa también por la necesidad de que la estrategia funcione y que las fórmulas que van por el PT o por el PVEM realmente consigan llamar la atención del electorado y capten el voto de militantes priistas o panistas que no quieren votar por el PRIAN.

En el caso sonorense ya se sabe que el bloque opositor se fue por la nominación de Manlio Fabio Beltrones y Lilly Téllez, ambos muy conocidos, pero con altos niveles de rechazo y que la medicina que se eligió es poner a Celida López Cárdenas a competir, para intentar jalar el voto del panismo resentido, que no vota por el PRI y menos por Lilly Téllez.

El detalle aquí es que fortalecer a esa fórmula, podría debilitar a la de Lorenia Valles y Heriberto Aguilar, que van por Morena, pero saber si esa apuesta podrá funcionar o no, es tan azaroso como decir desde ahora quien ganará la Serie Mundial de Baseball en octubre.

Sin embargo, sin caer en la arrogancia absurda o el triunfalismo innecesario, desde ahora me queda claro que el 2 de junio la doctora Claudia Sheinbaum será la ganadora y que el bloque opositor se verá frustrado en su anhelo de recuperar la presidencia.

En virtud de eso, le pregunté a la candidata presidencial que faceta veremos de ella a partir de este primero de junio y sin titubear me dijo: “La de presidenta”.

Correspondencia a demiandu1@me.com | X: @Demiandu

#SonoraPower

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