El gran reto de Morena y la próxima presidenta de México

Hoy 1 de marzo inician las campañas presidenciales.

De los tres aspirantes, dos mujeres y un hombre, Claudia Sheinbaum lleva amplia ventaja en todas las encuestas y aunque nada está escrito parece muy difícil, casi imposible, que esta tendencia cambie.

Sheinbaum Pardo se perfila a ser la próxima presidenta de México.

Pero el reto que enfrenta Morena no es solo ganar la presidencia. Están en juego nueve gubernaturas y la elección de 500 diputados federales y 128 escaños en el Senado. Y aquí es donde el partido guinda debe estar preparado para ganar la batalla. En esta, como en cualquier competencia, confiarse puede ser fatal.

Morena necesita ser mayoría en el Congreso para que la veintena de reformas propuestas por el presidente López Obrador sean aprobadas. Muchas de éstas se encaminan al bienestar de todos y todas los habitantes del país y pretenden acabar con los privilegios de unos cuantos, aglutinados en la derecha abanderada por una candidata que no da el ancho y que ha quemado sus cartuchos en descalificaciones y calumnias, dándole en la torre a todo el bloque opositor que puede perder no solo la presidencia, también el Congreso y en una de esas hasta las gubernaturas donde habrá elección. Una paliza de la que difícilmente se podrán levantar para la siguiente contienda, en 2030.

Es muy probable que Morena gane holgadamente la mayoría en el Congreso. Con Claudia Sheinbaum la ola guinda se extenderá por todo el país y el partido fundado por López Obrador saldrá victorioso.

Lo he dicho en otra ocasión: una elección no se gana en un día. Claudia lleva la preferencia en las encuestas porque el proyecto de nación que comenzó el presidente López Obrador ha cambiado la vida de millones de mexicanos que para nada extrañan al PRI o al PAN en el gobierno.

Por ello, entre muchas otras cosas, Xóchitl la tiene prácticamente perdida. ¿Los candidatos al Senado y diputaciones federales que militan en la oposición se pondrán las pilas? ¿Estamos en la antesala de la extinción de partidos muy menores como el PRD o incluso el PRI, que solo gobierna dos estados y tiene 49 diputados federales en la actual legislatura?

Es deseable, claro que sí, que en una democracia como la nuestra exista la pluralidad y el debate, dejando de lado la descalificación, pues ésta no suma, solo resta.

Y para muestra basta un botón.

Lo que sigue para los ciudadanos de a pie es estar atentos a las propuestas, a los debates, a definir y razonar nuestro voto.

Hoy iniciamos una contienda histórica: México tendrá en unos meses una mujer en la presidencia y eso es motivo de celebración.

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