La maquinaria legislativa
La dirigencia nacional de Morena, con mecanismos democráticos, pero también en consenso, ha definido a los perfiles que, a la postre, serán los líderes de ambas cámaras legislativas. Los resultados del proceso interno para definir al coordinador de la defensa del voto, sin duda de ello, marcaron la ruta para ir visualizando los posibles escenarios de cara al ejercicio electoral. En todo caso, como sabemos, fue parte de los acuerdos que se signaron en una cena privada que se llevó a cabo con la presencia del presidente López Obrador, que fungió no solamente como testigo y mediador, sino como el personaje clave para evocar la unidad y, de paso, evitar cualquier fractura interna.
Las cartas estaban echadas y, por acuerdo colectivo, todos decidieron apegarse a las reglas de participación internas. Con esa premisa, hay una lógica en la designación de espacios que, hace un par de días, publicó la dirección del partido guinda. De hecho, hay muchos personajes claves que, no hay duda de ello, le sumarán potencialmente a Claudia Sheinbaum una vez que gane la presidencia. Por ese motivo, nuestra primera impresión o la lectura sobre los liderazgos que han trascendido, obedece a cómo se dieron las circunstancias y el lugar que alcanzaron en términos de porcentaje en el ejercicio interno de los presidenciales.
Fue, desde luego, una maniobra política muy atinada del presidente López Obrador, especialmente por su olfato para anticiparse a las circunstancias. En mi opinión, no veo ningún premio de consolación en la designación de espacios legislativos que, hace un par de días, publicó la dirigencia nacional. Lo que se percibe, claro está, es el reconocimiento público a figuras de mucho peso político dentro del movimiento. A todos ellos, de hecho, se les considera piezas fundamentales no solamente del armado para la sucesión presidencial, sino para las encomiendas que vienen en puerta. Hablo, por supuesto, de las iniciativas que lleguen desde el ejecutivo federal, especialmente de Sheinbaum, que, no hay duda de ello, ganará la presidencia de la república.
Ricardo Monreal, por ejemplo, tiene asegurada su presencia como diputado federal y, en esa lógica, la coordinación de la fracción de los legisladores. Es más, es un hecho cantado que él, iniciado el próximo ejercicio en San Lázaro, será el líder, guía y estratega para comandar los quehaceres venideros. El deseo del presidente Obrador, y por supuesto de Claudia, es que Monreal sea quien lleve en sus manos ese poder político. De hecho, será una labor que perfectamente sabe conducir para alcanzar acuerdos con todas las fuerzas políticas que integrarán el pleno.
Y Monreal, a propósito, llegará a San Lázaro bajo la premisa de haber coronado el proceso de transformación desde el Senado de la República. Por eso regresó a la coordinación de la fracción mayoritaria. Hay muchos liderazgos, como los habrá en el Congreso Federal, la cuestión es que, en madurez, experiencia y sagacidad, no hay punto de comparación: Ricardo Monreal es el mejor operador político que hay en nuestro país. Es por eso que, su designación en la lista que publicó Morena, es un signo claro de lo que vendrá en un futuro corto.
El Senado de la República, quizá, es donde más está indefinido el proceso. Si nos guiamos por los resultados del proceso interno de Morena, Marcelo Ebrard tendrá que ser el próximo coordinador de la fracción. Dicho nombramiento, de hecho, tendría que ser así a menos de que, una vez que el lopezobradorismo conquiste el poder, exista una encomienda clave para Ebrard en la cancillería. Así sucedió con el presidente Obrador y, por segunda vez consecutiva, cabe la posibilidad de darse el nombramiento. Pudiese ser un escenario, pues en la misma línea estarán figuras como Adán Augusto. Entre ellos dos, no hay duda, puede recaer la responsabilidad de conducir las tareas en la cámara alta.
A partir de este momento, entonces, Morena aceita la maquinaria para la próxima legislatura federal. Como sabemos, viene empujando el relevo generacional y muchos cuadros que, en distintas partes del país, han destacado por su liderazgo. La cuestión es que, con la publicación de la lista de plurinominales, la coordinación de ambas cámaras tiene nombre y apellido. En San Lázaro, queda claro, Ricardo Monreal será el líder y guía. A la par de ello, se sabe, el zacatecano será una pieza clave para llevar a Claudia Sheinbaum a la presidencia de la república.