La otra democracia
La anunciada Marcha por la Democracia fue, objetivamente y sin duda una gran concentración, y aunque no fueron visibles los acostumbrados acarreos del PRI o del PRD, se identifica con claridad el trabajo de las estructuras partidistas, la concentración que alcanzó a cubrir la superficie del Zócalo, si bien no relleno las bocacalles y mantuvo grandes lunares vacíos, puede ser considerada un éxito para sus organizadores.
Aunque las televisoras se esforzaron por evitar los enfoques directos a los nombres, pancartas y mantas que identificaban cada contingente o bloque de participación, se pudieron observar dos grandes bloques y uno pequeño pero importante y presente: el primer gran bloque constituido por la militancia panista, priista y, por supuesto los perredistas que ya no pueden contribuir con mucho. En este bloque están por supuesto todos los X. González y Salinas Pliego de México.
El segundo bloque estuvo conformado por las élites que en los últimos 30 años fueron constituyéndose dueñas del poder electoral, así que las funcionarias y funcionarios del Instituto Electoral de la Ciudad de México y sus familiares, las juntas locales del Instituto Nacional Electoral y por supuesto las empleadas empleados y familiares de los órganos autónomos y del poder judicial conformaron entre todos este segundo bloque de asistentes a la marcha.
El otro bloque, menor pero presente, fue sin duda de quienes sintieron la necesidad legítima de manifestarse, de quienes consideran que la democracia y sus instituciones están siendo menoscabadas por el actual régimen y su gobierno.
La oposición al gobierno de Andrés Manuel apostó a su primer ejercicio pre electoral, abajo del templete los dirigentes del PRI, PAN y PRD daban o intentaban dar conferencias a diestra y siniestra, hacerse visibles ante sus militantes y seguidores y, la moderación del chucho más chucho de los chuchos perredistas, Fernando Belaunzarán no dejo mucho espacio a otras interpretaciones.
Si un objetivo de la marcha era -tal vez- entrarle a la discusión sobre la democracia, plantearnos las mexicanas y mexicanos si hay un ejercicio pleno de la democracia o, en efecto esta se encuentra acotada por el gobierno que ganó la presidencia, supongo que la presencia de José Woldenberg era una invitación, una sugerencia a abrir un debate teórico y necesario para la práctica política de quienes nos reclamamos actores políticos.
Nadie puede regatearle a Woldenberg sus aportaciones en el tránsito democrático, durante 30 años debimos dar la batalla en todos los frentes, desde 1988 entendimos que había que pensar, escribir, decir y exigir en todas las arenas políticas sobre la anhelada democracia.
Pero, 30 años de pensar y escribir para dejar atrás décadas y décadas de autoritarismo priista son pocas. ¿Cómo se construye la democracia ahora?, ¿las instituciones qué sirvieron y ayudaron al tránsito democrático son vigentes? ¿El sistema de partidos y su regulación es válido ahora? quizá Woldenberg debería ayudarnos escribiendo, pensando, enseñándonos desde otras experiencias como reconstruir el esfuerzo democrático que nos llevó a empezar a entender el tránsito pacífico en 1988. Por supuesto, Woldenberg puede ir adonde se le dé la gana y marchar con quien se le antoje, pero en mi humilde opinión, su aportación democrática le queda grande a los fines reales de la movilización del domingo.
La militancia de Lorenzo Córdova ya no está en duda, como no debe estar en duda la militancia de nadie, los órganos son autónomos, los poderes independientes, pero la gente las humanas y humanos que conformamos los poderes y los órganos somos eso, hombres y mujeres constituidos por su subjetividad, representamos antes que nada nuestros intereses y anhelos personales y, Lorenzo Córdova el mejor representante de los blancos privilegiados, es un liberal, demócrata por supuesto, pero tiene muy claro el proyecto de nación que quiere y no es el de la izquierda.
Ya estamos todas y todos en campaña; las batallas por ganar, los primeros espacios, por posicionar, las cabezas de playa por establecer, el estudio de espacios y terrenos o la creación de alianzas ya se están desarrollando, la movilización de ayer deben estudiarla sus adversarios.
La derrota de Morena en 2021 puede repetirse si no lee con detenimiento, inteligencia y humildad la conformación electoral e identitaria de las personas que asistieron a la marcha, si sólo niega los atributos de ésta, si no reconoce los errores propios en la conformación del ejército y sus capitanes para la gran batalla por la ciudad, no sólo perderán el gobierno de la ciudad, poco ayudarán desde la capital al inminente triunfo de Claudia Sheinbaum.
* Politólogo, fue asesor del EZLN. Fundador y dirigente del Frente Popular Francisco Villa. Dirigió el Instituto Nacional de Investigación, Formación Política y Políticas Públicas del PRD. Director de investigación del Centro de Estudios de Movimientos Sociales Género y Democracia, A.C., fue colaborador del diario electrónico El Andén, en la columna semanal “De ciertas coyunturas”, dirigente nacional de SUMA.
X: @agustin_gonca