5 claves para entender la #MarchaporlaDemocracia
1. Sería un error no reconocer la capacidad de convocatoria que logró la oposición en el Zócalo capitalino (con o sin acarreos). Desde hace meses están convocando y tuvo resultado, un ejercicio ordenado aunque intrascendente si no se traduce en votos en ciudades clave con mayor densidad poblacional.
2. El hecho de la presencia de políticos/as de la oposición y el discurso (homilía) de Lorenzo Córdova confirma que fue un evento proselitista. Sería mejor que lo aceptaran y no estuvieran dando justificaciones absurdas frente a una realidad innegable, sobre todo porque entonces no le estarían dando el triunfo a las estructuras de Gálvez (que bien las necesita presumir).
3. Córdova confirma el compromiso de ser un personaje político y hoy (por si había dudas) se quitó la máscara y se confesó Xochilover. Aquella frase de “nos quieren deshacer la escalera de la democracia” no tiene precio: ¿Cuál escalera? ¿La que se armó en el 2000 y desmantelaron en 2006 y en 2012? Esa escalera de rara construcción, según la lógica del ex presidente del INE, va hacia la libertad, aquella por la que tanto luchó percibiendo un salario exorbitante y provocando una clara oposición a las corrientes político-partidistas de izquierda. ¿No será que lo suyo es la academia y no la carpintería?
4. Primero Xóchitl afirmó que no iría a la marcha (aunque su flamante equipo sí fue) y al concluir los felicito por el ejercicio ciudadano. ¿No significa apoyar un movimiento de un sector de la población que busca, de facto, mandar al diablo a las instituciones morenistas legítimamente emanadas de la voluntad popular? Le pasó lo que al Batman de Nolan: “Mueres siendo héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano”. La gran ausencia en la marcha de hoy, fue paradójicamente, la democracia o el poder del pueblo rebasado por el poder oligárquico, integrado por esos resquicios de sociedad civil que la verdadera sociedad civil de a pie encuentra ajena a la transformación social y cercana a la agenda anti derechos.
5. Por otro lado, Sheinbaum, al registrarse en el INE destaca el compromiso con la institucionalidad. Curiosamente era la derecha la que siempre decía que los cambios sociales no se daban en manifestaciones donde solamente iban flojos y alborotadores (me lo llegaron a decir cuando marchaba en 2012) sino por la vía institucional del Estado de derecho… ¿Entonces? ¿Cuál es el camino que quiere el conservadurismo? Muchos son los caminos que llegan a Roma pero al parecer la oposición mexicana tiene caminos a modo, cuya debilidad y riesgo es su falta de congruencia. La batalla de la marcha la ganaron en una ciudad, aunque no será suficiente para conquistar toda una nación políticamente despierta.