Las encuestas de Xóchitl son una vacilada

Todas las encuestas de opinión pública, sin excepción alguna, coinciden en la ventaja holgada de Claudia Sheinbaum. Esas evaluaciones de credibilidad y confianza, en efecto, tienen un común denominador, encajan en la misma tendencia y, de paso, en el método que se aplica en las entrevistas y cuestionarios. De hecho, no hay ningún elemento que muestre un acercamiento de Xóchitl Gálvez en la carrera por la silla presidencial, al menos en las ponderaciones de mayor crédito. De hecho, la abanderada del Frente Amplio no ha podido cerrar la brecha y, en este momento, Sheinbaum la supera por más de 37 puntos de distancia, de acuerdo con el estudio que divulgó SDP Noticias ayer.

La más reciente encuesta que publicó SDP Noticias plantea un escenario muy semejante a la de Roy Campos. Y no solamente es la que publicó El Economista, sino prácticamente todas. Estamos hablando de una ponderación de dos votos a uno a favor de Morena. Eso, de hecho, se ha ido acrecentando con el paso de los días, pese a la guerra sucia que han implementado desde el cuarto de guerra del Frente Amplio por México. Inclusive, en esta recta final de la intercampaña, hay datos que, desde este momento, podemos ir considerándolos como decisivos y, con esa estimación, ir proclamando a Claudia ganadora de la elección.

Desde ese punto de vista, no hay poder humano que le quite la elección a Morena de las manos. Para que esa posibilidad sea una realidad, Claudia tendría que dejar de hacer campaña y tropezar en todos los debates públicos que tendrá. Pero como eso no sucederá, Sheinbaum mantendrá ese ritmo imponente que, desde hace muchos meses, la ha hecho trepar a la cima de las preferencias. De hecho, siempre se ha mantenido allí. Por ese motivo, resulta innecesario cada uno de los mecanismos estratégicos que ponga en marcha la oposición, incluyendo las encuestas tendenciosas y sesgadas. La que divulgó México Elige, por ejemplo, es una vacilada.

Para quienes no han visto esa ponderación, México Elige, casi casi, pone a Xóchitl Gálvez en un empate técnico con Morena. No pude evitar reírme con un juicio que, a todas luces, es sumamente tendencioso para favorecer al Frente. Ni Gálvez acortó la brecha, ni mucho menos Claudia perdió puntos. En algún momento lo dijimos: técnicamente puede ser posible, pero políticamente no. De hecho, sabemos el conflicto de intereses de la encuestadora México Elige. Se sabe que, en ese sentido, un directivo de la encuesta trabaja en las trincheras del Frente Amplio. En pocas palabras, presta servicios para Xóchitl, lo que le quita mucha legitimidad.

Con esas razones suficientes, podemos calificar la encuesta de México Elige como una vacilada de mal gusto. Que no nos sorprenda entonces si, de un momento a otro, esta encuesta coloca a Xóchitl en un empate técnico. Claro, no será convincente por la falta de credibilidad. La realidad es que, hoy por hoy, Sheinbaum le lleva 37 puntos de ventaja. Sé que esa razón es la que tiene muy preocupadas a las estructuras del Frente. De hecho, todas las condiciones son desfavorables a Gálvez. Hablamos de estrategias, posicionamiento, liderazgo, elocuencia y falta de un proyecto de nación. No basta, ya lo hemos dicho, con saltar y brincar, lo mismo que hacer recetas de cocina y, para colmo, tropezar cada vez que habla ante la opinión pública.

Más allá del anhelo y la esperanza de la oposición por acortar la distancia en los debates, Claudia Sheinbaum los dominará de pies a cabeza. De cualquier forma y ante cualquier escenario, la candidata de Morena es potencialmente superior en todos los aspectos. Por eso la guerra sucia ha incrementado; hay descalificaciones, maquinaciones y una hostilidad punzante desde las redes sociales que ha puesto en marcha la derecha. Aun así, nada será suficiente, menos con esa falta de credibilidad de las encuestas como la de México Elige.

Siendo un análisis cuyo valor ha sido cuestionado por el conflicto de intereses que existe con la candidata del Frente, el mecanismo de México Elige resulta poco confiable y, desde luego, nos lleva a concluir que, en esa metodología, está inflado el nombre de Xóchitl. Es evidente que, haga lo que haga la derecha, Sheinbaum ganará el ejercicio presidencial en una elección que, desde hace muchos meses, hemos calificado como un triunfo inminente. A Claudia, de hecho, podemos ir proclamándola como la futura presidenta constitucional de México. Ayer, por cierto, la más reciente encuesta de SDP Noticias le dio, ni más ni menos, 37 puntos de ventaja, lo que podemos leerlo como una elección consumada a favor de la causa del lopezobradorismo.

Lo demás, créanme, es un circo mediático del Frente Amplio por México.

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