Santiago Taboada, el PRIista

El Partido Acción Nacional (PAN) surgió como voz opositora al partido oficialista que años después se llamaría Revolucionario Institucional (PRI). Las familias católicas que fundaron el PAN tomaron como suya la narrativa de la democracia y la hicieron su estandarte. Se enfrentaron por décadas a un partido antidemocrático, arraigado en el poder, que utilizaba el aparato gubernamental para aplastar a sus adversarios políticos.

Sin embargo, hoy, el PAN de la Ciudad de México, particularmente en la alcaldía Benito Juárez, parece haberse transformado en una pobre versión de aquel priismo que tanto cuestionó.

Soy vecina de la Benito Juárez y aquí se han vuelto recurrentes las historias sobre el programa de vigilancia “Blindar BJ” y sus tratos degradantes hacia los habitantes. Este grupo de vigilantes —que por cierto carece de facultades de detención para socorrer a la población-, ha sido objeto de denuncias por presunto abuso policial.

La sombra de Santiago Taboada, su líder político, el alcalde con licencia y precandidato al gobierno de la CDMX, ha mostrado su parte más oscura cuando se evidencian abusos como la golpiza a un grupo de ciudadanos que recopilaba firmas para realizar en proceso participativo de revocación de mandato de Taboada y la cual fue perpetrada por funcionarios de la alcaldía.

Alejandra Orozco Pacheco, trabajadora de Benito Juárez hasta este acontecimiento, señaló en una entrevista que las agresiones de mayo de 2023 fueron ordenadas desde su área de Participación y Atención Ciudadana, a cargo de Alejandro Nava Flores.

El rostro policial del grupo que Taboada encabeza se ha acentuado ahora con la incorporación de Manuel Mondragón y Kalb a su equipo de campaña en la contienda por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Manuel Mondragón no dialoga, somete. Fue responsable del violento operativo contra la población durante la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente de la República.

Un informe de la Comisión de Derechos Humanos denunció las consecuencias traumáticas para los afectados por aquellas acciones.

Las múltiples banderas rojas ondean, advirtiendo sobre el talante autoritario de Santiago Taboada, con el temor de que estas acciones se extiendan a la Ciudad de México.

Como vecina de Benito Juárez, firme creyente en la libertad a disentir, la democracia y el respeto a los derechos de todas las personas, lo afirmo una y mil veces: no apoyaré a Santiago Taboada, porque jamás estaré de acuerdo con sus políticas represoras tan parecidas a las del rancio priismo al que él mismo denostó y al que hoy parece imitar.

Y por eso pregunto a esos panistas que lucharon contra los abusos del partido de la dictadura perfecta: ¿De veras van a votar por el PRI?

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