Morena y la ilegalidad electoral

La ley electoral en México ha estado históricamente marcada por su violación sistemática. Si bien todos los partidos políticos han contravenido las normas, Morena y el Partido Verde se han distinguido por su abierto desdén hacia las autoridades.

El caso del Partido Verde es bien conocido. Trátese del rebase de los topes de gastos de campaña o de la promoción ilegal del partido, está agrupación ha violado reiteradamente las normas electorales hasta tal punto que si el INE o el Tribunal Electoral aplicasen la ley como corresponde, el Verde habría perdido el registro años atrás.

Sin embargo, el Verde, mezquinos hasta la médula, han considerado que vale pagar las multas impuestas por la autoridad con los propios recursos generados por los actos ilegales. Vergonzoso.

Morena no se ha quedado atrás. Hace apenas unos días el Tribunal Electoral confirmó una multa de 62 millones de pesos impuesta por el INE al partido oficial. La penalización derivó de gastos no declarados durante el periodo de las precampañas.

Y se veía venir. Seguramente el lector recordará los inmensos espectaculares de Adán Augusto López en las carretera nacionales, o las paredes pintadas con la leyenda “Es Claudia” o la propaganda dirigida a promocionar la fallida candidatura de Marcelo Ebrard.

Igualmente vergonzoso resultaron también los diezmos impuestos a los trabajadores por Delfina Gómez durante su gestión al frente del gobierno de Texcoco. En este último caso, Morena fue merecedor de una penalización cuantiosa por parte del Tribunal. La gobernadora quiso lavarse las manos agumentando que la multa había sido impuesto a su partido. En todo caso, las irregularidades e inmoralidades fueron cometidas por ella misma y por los funcionarios que la acomapañaban en la administración del municipio. Sin duda, el bochornoso asunto de la gobernadora mexiquense no parece ser más que la punta del iceberg de una gigantesca red de corrupción.

La violación de la ley electoral no es asunto menor. A raíz del reciente escándalo relacionado con el supuesto financiamiento de la campaña de AMLO por parte del cártel de Sinaloa en 2006, se ha puesto el acento en la obligación de que cada peso que gasta un candidato debe ser debidamente reportado al INE.

No cabe, rumbo a las próximas elecciones presidenciales, cualquier tipo de excusa que ponga en riesgo la legalidad y la correcta organización de los comicios.

Morena, que se jacta de ser un partido diferente, burla la ley electoral sin cortapisas. Se mofa de las autoridades, abusa de su poder como partido mayoritario, se cuelga del carisma de AMLO y atenta contra la democracia electoral.

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