Temach y el resurgimiento sectario anti-mujeres
El “Modo Guerra” se ha convertido en la versión remasterizada del machismo, sexismo y misoginia al que se van uniendo hombres con heridas, paradójicamente, creadas por el propio machismo y las exigencias incumplibles sobre su masculinidad, mientras que la reafirman y sanan a través de maltratar o despreciar a mujeres en situaciones cotidianas.
El Temach es un famoso influencer que después de intentar diversos estilos de videos, encontró un nicho siempre vivo: el de hombres cuya “superioridad” está “cuestionada” o “maltratada” por mujeres, particularmente en este tiempo, por la cuarta ola de feminismo que coloca acentos en los micro comportamientos exigiendo a los hombres aquello que por décadas pudieron omitir, que es el respeto.
Este personaje tiene ácidas críticas y estereotipos reafirmados contra la virginidad, por ejemplo, en videos en los que ha afirmado que las mujeres que han tenido experiencia sexual tienen un menor valor e insistiendo (cómo si las mujeres no fueran personas, sino objetos) que “nuevas” son mejores. También tiene episodios en los que, a propósito de las exigencias sobre igualdad de las mujeres, reta a hombres a invitar a salir a mujeres y pedirles que paguen su parte de la cuenta, incitando a que un montón de seguidores hayan grabado, a su vez, a las mujeres con las que salen, exhibiéndolas en los casos que ellas no llevan dinero o que simplemente, les molesta la petición. Como requisito de este “reto” no hay aviso ni acuerdo previo de que la cuenta se pagará en 50-50.
El discurso de odio que construye el Temach es tierra fértil para una generación de hombres que habita en la frustración de los límites que ahora las mujeres han comenzado a poner en las relaciones de pareja o de amistad. Aquellos hombres que fácilmente procesan el rechazo como un agravio y buscan venganza, como si las mujeres fuesen un objeto de deseo obligado a satisfacer a aquellos que las desean. Hombres frágiles de ego que rápidamente adoptan el estilo violento y grosero de su líder para imponer su hombría, en la que se refugian para procesar el resentimiento por el cambio social que ha implicado el “No es No”, el “Me Too”, la cancelación contra agresores y otros espacios de autodefensa feminista.
Como todo discurso de odio, además de empoderarse gracias a los seguidores que comparten posturas, existen aquellos que convergen en un extremo de seguir al influencer como si fuese su pastor rompiendo las barreras digitales para agruparse en las practicas sectarias de iniciación.
No hablo de NXIVM y Keith Raniere, hablo de algo más grave aún. Hablo de hombres, principalmente jóvenes, que han comenzado a incorporarse a talleres y conferencias privadas que brinda el Temach en donde no se admiten mujeres, por supuesto. Eventos que tienen costos hasta de cinco mil pesos en los que reafirma la virilidad, el ser hombres, siempre, a través de sobajar o rebajar a mujeres que “no se merecen a los varones”. Tanta construcción sectaria ya guarda esta “filosofía de vida” que hay un logotipo identificador de su canal de YouTube que incita a los hombres a tatuarse y “mandar a la verga” a las mujeres.
De todos los clips qué he topado del Temach, este es sin duda el peor de todos: El Temach incita a sus seguidores a tatuarse su logo cual secta de esclavos sexuales de Keith Raniere, quesque para tener más sexo con mujeres. A. La. Verga. NO ES PUTA BROMA. pic.twitter.com/WiUXZD9zg5
— Puma Chairo (@PumaChairo) January 18, 2024
Lejos de una intención propagandista, escribo por el desfase brutal de dos realidades: la de generaciones de adultos que elegirán a una mujer como presidenta, que cargan con el costo político y legal de maltratar a las mujeres, de ser machistas, de tener discursos agresivos y con el costo social de ser agresores mediante un sinfín de medidas como tendederos de deudores alimentarios o violentadores; frente a esa otra realidad, la del pueblo politizado no en términos electorales sino en términos de género y grupos sociales, aquellos jóvenes con los que estarán saliendo sus hijas que piensan de la manera en que este influencer lo hace.
Pienso en que lo poco que ha conseguido el feminismo, de inmediato, el statu quo amenazado busca reinstalarse con más contundencia que con que fue cambiado. En el país donde matan a 11 mujeres al día, en el que cada minuto, 8 son víctimas de agresiones sexuales y un mundo en el que acceder al derecho al placer sexual de las mujeres sigue costando vidas, el “Temach” ha inaugurado con éxito un espacio en el que los hombres, inclusive, se pelean para demostrar su fuerza física y dejar claro “lo hombrecitos” que son.
#dúo con @El Temach #fyp #exacto #virgen #mujerdeunsolohombre #valoratemujer #quequierenloshombres #quequierenlasmujeres #temach #consejosdeamor #relaciones #tiktok #parati #2023
Sirva este texto para la crítica, la reflexión y la advertencia del crecimiento de grupos anti-mujeres que diariamente, avanzan en la organización para frenar aquello que tantas han hecho por romper el silencio y cambiar las dinámicas relacionales de opresión. En lo más profundo, me pregunto ¿Cómo va a reaccionar el Temach y sus seguidores de “machos alfa” teniendo a una mujer gobernante? ¿Acaso la postura de Marcelo Ebrard acerca de no someterse a esa señora, será repetida? ¿Qué están consumiendo los más jóvenes? ¿Cómo es que ese lavado de cerebro supremacista impactará a las generaciones venideras de mujeres y votantes? Ahora, después de todo, tiene sentido que Jorge Álvarez Maynez esté en la boleta representando a un partido que acumula agresores en sus filas mientras celebra el Estado de Excepción carcelario de Nayib Bukele. Tal para cual.