Caso Azucena. Querido Loret: el empresario tuvo miedo, el editor no

No dudo que sea cierto lo fundamental de lo que dice Carlos Loret de Mola en su columna de hoy de El Universal. Es una historia, redactada con lujo de detalles, relacionada con la salida voluntaria o el despido de Azucena Uresti de Milenio Televisión.

Loret afirma que Azucena fue despedida por presiones del presidente López Obrador. Esto es falso y lo demostraré.

Si un gobernante tan poderoso como Andrés Manuel estuviera interesado en callar a Azucena, hubiera pedido la cabeza de esta periodista al dueño del medio de más audiencia de los dos en los que ella ha colaborado en los últimos años: Radio Fórmula; esto es, no a Milenio TV, que tiene un rating definitivamente bajo comparado con la emisora radiofónica mencionada.

Es verdad, Azucena entró en un debate de mal gusto con el presidente López Obrador. Por lo que dice Loret, entiendo que los comentarios de la periodista que molestaban al presidente los hizo en Radio Fórmula, no en Milenio. Pero el propietario que se intimidó por eso fue precisamente el de Milenio, donde ella no dijo nada.

Si lo que Loret ha dicho es cierto significa que directivos y dueños de Milenio TV se asustaron por algo que ella no dijo en ese canal de televisión, sino en otra empresa periodística, Radio Fórmula.

El hecho es que la libertad de expresión de Azucena está intacta ya que seguirá en la radiodifusora líder en audiencia, con más tiempo al aire y con todo el apoyo de un editor ejemplar como lo es el propietario de Radio Fórmula, Jaime Azcárraga.

A Azucena nadie la ha callado. Los que  metieron un gol en su propia portería fueron los propietarios de Milenio, empresa que otra vez ha perdido prestigio y credibilidad.

Loret debió haber hecho una distinción: que en esta historia el editor profesional que tiene como único o principal negocio un medio de comunicación, Jaime Azcárraga de Radio fórmula, no se deja intimidar o presionar por los debates que tengan los periodistas de su empresa con el presidente de México. Quien sí se dejó presionar fue un empresario, el de Milenio, que tiene muchos negocios, el económicamente menos relevante de los mismos, su empresa periodística.

Uno de los grandes males del periodismo en México y en el mundo es que diarios, radiodifusoras y televisoras sean controladas por  hombres de negocios con intereses en muchísimos sectores, a quienes lógicamente les asusta incomodar al gobierno porque pueden verse afectados intereses muy distintos a los periodísticos.

Loret trabaja en  un sitio de internet cuyos dueños, Roberto Madrazo y familia, tienen otros negocios, incluyendo el de la política. Ahora son muy críticos con López Obrador porque en el actual sexenio sus operaciones comerciales en el sector salud se vieron afectadas. Si algún día se arreglan con el gobierno ya verá Loret cómo le van a pedir “prudencia”, es decir, que le baje.

Por lo demás, si en Milenio quisieron quedar bien con AMLO, quedaron mal ya que lo metieron en un lío que no le correspondía.

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