López Obrador juega con Claudia
“El amor es un niño grande; las mujeres, su juguete.”
SEVERO CATALINA
“Se acabó el juguetito
Que tenías con mi amor
Sin saber se te perdió
Y no sabes cómo fue
Que otro amor te lo robó.”
JULIO JARAMILLO
El bastón de mando dado a Claudia Sheinbaum es como uno de esos juguetes a control remoto: solo acatan las órdenes enviadas a distancia. En este caso, las que provienen de Palacio Nacional. Y parte de estas ha sido enjaretarle a impresentables de todos los colores. Desde Javier Corral, expanista y exgobernador de Chihuahua, pasando por expriistas como Eruviel Ávila (sí, ese que opina pestes de ella), y llegando a impresentables como Arturo Zaldívar y ahora Ernestina Godoy.
Tragos amargos y dañinos, pero Claudia parece que le encantan y hasta los saborea.
¿Invitar a la ex fiscal capitalina a que acompañe a García Harfuch en la dupla para el Senado, representando a la 4t en la capital? ¿Cómo para qué? Ayer era el momento de que se deshiciera de una persona que espía conversaciones, inventa delitos, es selectiva en los que persigue y culpa o exculpa de acuerdo a sus sentires y no conforme a la ley…
Pero no. Claudia la arropa. Y detrás de ella está López Obrador, quien la tiene amarrada. Le recuerda, en diversos momentos y formas, que quien manda es él; que quien decide quién entra y quién sale es él.
Algunos dirán que “ensalzar” a Ernestina es para no hablar de las afores (tenemos ahí otro serio problema) o de las masacres o del fracaso de la farmaciota o de los desaparecidos o del avión con un solo pasajero… Y aunque todo lo anterior no deja de ser cierto, sabemos que lo que en verdad le importa al primer mandatario es conservar el poder.
Y en ese sentido, la pregunta ¿por qué someter a Ernestina a este desgaste? tiene una respuesta: para alinear a Claudia.
Mientras críticos y opositores políticos celebran como todo un logro la no ratificación de Godoy como fiscal de la CDMX, detrás de ello está López Obrador, quien le da una vuelta más a la soga que ahorca a Claudia. Se asegura de que lo tengamos, así sea detrás de bambalinas, seis años más. (Por cierto, lo de Ernestina no se acaba hasta que se acaba y con ella amagando ir a la calle a contar mentiras, tenemos para rato.)
Varios golpes que le ha asestado Andrés Manuel a Claudia esta semana. ¿O de qué otra forma se puede explicar el torpedo que lanzó La Jornada contra la ex jefa de gobierno capitalino? Siendo el diario consentido del gobierno y el que más recursos públicos recibe, ¿sacarían sin pedirle permiso al presidente una nota que le pega a Sheinbaum en su línea de flotación? Obviamente no.
Ni La Jornada ni ‘Carmencita’ Lira se atreverían a señalar a la precandidata única de Morena si no fuera con el consentimiento del gran tlatoani. Este juega con sus dos “amores”, enfrenta al bando Beltrán con el bando Gutiérrez Müeller para que sea él y solo él quien salga a controlar la situación… y el gobierno.
Queda claro: AMLO se asegura que Claudia le tenga que deber hasta su poca atractiva sonrisa.
Otra muestra del ‘mando a distancia’ fue ver a Claudia Sheinbaum presumir el vuelo “totalmente lleno” que salió del AIFA rumbo a Guadalajara (eso un par de días después de que un pasajero evidenciara que él fue el único pasajero en un avión de Mexicana de Aviación). ¡Qué manera de ponerla de pelele!
López Obrador juega a controlar a Claudia. No se puede negar. Muy su rollo; peor para la 4t.