2024, el año de la continuidad

Atrás ha quedado el 2023 y, con ello, es importante ir visualizando el escenario electoral que, desde todos los ángulos, estará marcado como el principal punto de atención para los millones de mexicanos que seguimos de cerca todo lo que envuelve el ejercicio. Será, no tengo duda, un universo que, al mismo tiempo, será testigo del cierre presidencial de un sexenio que, para la inmensa mayoría de la población, significó un hecho sin precedentes desde la llegada del ahora mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador. Eso puede verse, para la historia contemporánea de México, como el preludio de la transformación que durante muchos años anhelamos y deseamos fuese así.

Recordemos que, en 2018, López Obrador ganó el proceso por la vía democrática. Venció contundentemente en las urnas y, con ello, un fenómeno social sembró la semilla del proyecto de nación. De hecho, el programa de transformación ha tomado un impulso significativo en vísperas del final del sexenio. Digamos que, en términos políticos, AMLO ha cumplido al pie de la letra con todo lo que prometió. Además de ello, en México reina la armonía y una visión humanista. Al mismo tiempo, las instituciones o los servicios públicos son, por mucho, un mecanismo de impulso para el apoyo de todos los sectores de la población, especialmente los más vulnerables.

Sin ir más lejos, el proyecto de la Cuarta Transformación, en uno meses más, será nuevamente una realidad con el triunfo inexorable de Claudia Sheinbaum. De hecho, Morena ha sabido, con el efecto que provoca el presidente López Obrador, construir una maquinaria que, a su vez, tendrá efectos positivos en el ejercicio que se avecina en unos meses. De hecho, a la luz de todo el mundo, el lopezobradorismo luce potencialmente invencible, pese a los esfuerzos desesperados de la oposición. Esto, de cierta forma, es previsible por la plataforma que ha ido construyendo Sheinbaum.

El 2024, como lo fue el 2018, será el año de la continuidad del proyecto de transformación. Claudia Sheinbaum, de manera histórica, llegará a Palacio Nacional con el respaldo de la mayoría de los mexicanos que, desde este momento, hemos decidido nuestro voto a favor de la 4T. Con base en esa lógica, tendremos un nuevo periodo que, no tengo duda de ello, profundizará el desarrollo y todas aquellas políticas públicas que han traído equilibrio y estabilidad, como lo que está ocurriendo hoy en día.

Y como los triunfos se construyen, Claudia está generando las condiciones para ello. Esto, queda claro, será gracias a la plataforma política o al armado que, para el caso, es su primer círculo de trabajo. Será el año para profundizar o, mejor dicho, para refrendar el triunfo electoral del 2018. Con ese efecto, será determinante el papel clave de personajes como Ricardo Monreal. Lo dijimos claramente: el zacatecano es, no hay duda de ello, el mejor operador político que hay en México. Además de ello, Monreal, para Claudia, es la mente brillante y su estratega territorial que, por supuesto, tiene mucho potencial que aportará para que Claudia gane.

Es claro: por segunda vez consecutiva Morena ganará la elección presidencial. Tiene, como lo tuvo el presidente López Obrador en su momento, el apoyo irrestricto del pueblo de México. Además, Sheinbaum tiene un proyecto que —con un grupo multidisciplinario— está construyendo. En palabras más sencillas, las condiciones están del lado de lopezobradorismo o, mejor dicho, destinadas al año de la continuidad.

No habrá, está fundamentado en las estadísticas, una elección pareja. La oposición está contra las cuerdas y, con ello, se encuentra a merced, incluso, de la derrota estrepitosa que le propiciará Morena en las urnas. En efecto, Xóchitl resultó un fracaso, por no decir un fiasco. Incluso, a Gálvez se le nota cansada y, hasta cierto punto, incómoda por cargar con el estigma de la corrupción de partidos como el PRI, PAN y PRD.

Por ese motivo, el 2024 será el año de la continuidad de Morena y el lopezobradorismo. Claudia ganará la elección presidencial y, con ese efecto, la mayoría de las entidades federativas. Del mismo modo, doblegará a la oposición en gran proporción en los distritos y conseguirá la mayoría en ambas cámaras legislativas.