Samuel y Salomón

De acuerdo con los últimos sondeos de opinión recogidos por MetricsMX para la Ciudad de México, Clara Brugada lidera las preferencias electorales con un 44.5 por ciento, seguido de Santiago Taboada y Salomón Chertorivski, con 31.2 y 6.6 por ciento, respectivamente.

Si bien la Ciudad de México es un bastión de la izquierda mexicana (o al menos, lo que muchos entienden por “izquierda”) las posibilidades de triunfo de Santiago Taboada (una diferencia de 13 puntos) no se estima fuera de lo realista. Sin embargo, al igual que lo que ocurrirá a nivel federal, Movimiento Ciudadano está presente para restar votos al Frente Amplio por México.

El problema no reside en Chertorivski. Por el contrario, el ex secretario y diputado se ha mostrado, a lo largo de su carrera política, como un hombre competente, honesto y coherente. Por lo tanto, podríamos anticipar que sería un buen jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Desafortunadamente lleva consigo las siglas de un partido advenedizo que no representa nada ni a nadie y que está sirviendo como el alfil de Morena para sacar del tablero a todos los candidatos del Frente.

Con ello Salomón estará jugando el próximo año el mismo papel que Samuel García asumió cuando aceptó dejar la gubernatura de Nuevo León para presentar su candidatura presidencial. Sabedores que no tienen posibilidades realistas de ganar, García y Chertorivski optaron por servir los intereses de un partido oficial que no solamente cuenta con todo el poder del Estado, sino que ha puesto en marcha sus hilos políticos (a la vieja usanza priista) para lanzar a la campaña a candidatos que destierren cualquier esperanza de echar a la 4T.

¿Qué buscan en realidad Dante Delgado y Movimiento Ciudadano? Conscientes de que no ganarán las elecciones presidenciales y el gobierno de la Ciudad de México (quizá lograrán, empero, conseguir la hazaña en otras entidades) las negociaciones políticas con Morena tras bambalinas les asegurarán posiblemente un acomodamiento en el gabinete de Claudia Sheinbaum, o con mayor seguridad, aprovecharse inercialmente del triunfo de los oficialistas para ratificar – o incrementar- el número de diputados y senadores.

O quizá – especulamos- las cabecillas de Morena habrían pactado con Claudia Sheinbaum una alianza legislativa en 2024 que le permita alcanzar las mayorías calificadas para sacar adelante el plan C y el resto de la agenda de reformas constitucionales en la mira de AMLO y de su hija política.

En todo caso, Samuel García y Salomón Chertorivski, bajo las siglas de un partido sin el menor indicio de contar con representación popular, bailarán al son que les tocan en Palacio Nacional, buscando engañar a su paso a los votantes, mismos que estarán dispuestos a entregar su confianza a una opción política sumisa a los designios políticos del partido oficial.

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