Monreal, líder del Senado y estratega de campaña de Sheinbaum

El ritmo que ha tomado la precampaña tiene un nivel impresionante. Se percibe la organización y la planeación para movilizar a las estructuras afines al lopezobradorismo. Pasó esta semana en Veracruz, donde Rocío Nahle mostró músculo. Aunque, si hablamos de multitudes, la efervescencia que se desbordó ayer en Chiapas, durante la visita de Claudia Sheinbaum, fue realmente una maquinaria imponente de grandes sectores de la sociedad. Se nota la mano de Eduardo Ramírez, coordinador de los comités de la defensa del voto en aquella entidad del sur y, con esa lógica, futuro sucesor de Rutilio Escandón, actual mandatario constitucional.

Y la efervescencia que se vivió en Chiapas, es un síntoma del momento inmejorable que vive Morena y el lopezobradorismo. Las tareas, como atestiguamos, se vienen dando de la mejor manera posible. De hecho, a unos días de haber iniciado ese quehacer, las expectativas se han cumplido, lo que hace potencialmente viable el triunfo del partido guinda en las próximas elecciones presidenciales. Incluso, al tiempo que las condiciones son propicias, las encuestas de opinión anticipan un porcentaje preponderante que, técnicamente hablando, no ha cambiado en nada. Es decir, Sheinbaum sigue conservando la ponderación con la que arrancó desde que ganó la encuesta interna.

Se ha logrado, de entrada, una unidad interna que era muy importante sellar. El hecho de que las cosas marchen bien significa que hay un armado estructural muy significativo. Con base en ello, es muy probable que Sheinbaum, en Chiapas, se reencuentre con todo el equipo que, para el funcionamiento, son piezas cruciales. Con esa premisa, sabemos que, en el transcurso de hoy viernes, Claudia dará a conocer parte de su primer círculo de campaña. Tal parece que, para ello, no se moverá la columna vertebral con la que inició. Hablamos de nombres claves como el de Fernández Noroña, Adán Augusto y Ricardo Monreal. Todos ellos, por cierto, aspirantes a la presidencia en su momento.

Hasta donde sabemos, hay labores estratégicas que están gestionando y dirigiendo los tres perfiles que nombramos en el fragmento anterior. Todo esto nos indica que, en esa lógica, serán ratificados por Claudia Sheinbaum, en Chiapas. De hecho, todos han demostrado su potencial, por lo que, no tengo duda, serán puestos en la primera línea. Es algo así como un cuadro titular de fútbol; cuando está dando resultados en el rendimiento, prácticamente no hay movimientos. Es decir, se conversa la alineación. Algo similar llevará al terreno de la campaña la candidata de Morena, para poder seguir avanzando en la consolidación del proyecto.

No dudamos que se irán sumando más cuadros a la campaña, sin embargo, Ricardo Monreal es un jugador titular e inamovible en la cancha de la transición que viviremos en 2024. Es, como hemos podido atestiguar, muy crucial la experiencia y la habilidad que puede sumar. Muchas veces, incluso, lo hace desde otras trincheras donde ha logrado aportar de manera significativa. Por ejemplo, esa responsabilidad, llega al terreno no solamente de la planeación, la organización y logística, sino también de la interlocución y el acercamiento con distintos sectores sociales. De esa misma forma, lo hará desde la tribuna del Senado de la República.

Lo que resulta más que claro es que, con ese potencial multidisciplinario, Ricardo Monreal puede perfectamente conducir las tareas como líder de la fracción de senadores de Morena y, de paso, manejar asuntos de planeación y logística territorial de Claudia Sheinbaum.

Y Claudia Sheinbaum, en ese sentido, esbozó algunos nombres. Por esa razón, la ratificación de Ricardo Monreal puede ser estos días, o en cualquier otro momento. De hecho, ya como coordinador de esos trabajos y nuevamente senador de Morena, se convertirá en una voz protagonista que, de manera contundente, influirá a favor de los quehaceres territoriales de Sheinbaum. Luego de que esto se oficialice, se fortalecerá la labor de la precandidata de Morena. Incluso, sabemos lo demandante que es coordinar quehacer de logística y planeación. Por ese motivo, quién mejor que el zacatecano que, desde esa perspectiva, es el mejor operador político que existe en México. Será, en pocas palabras, líder senatorial y estratega.

Siguiendo esa lógica, Claudia Sheinbaum, aspirante única de la coalición de izquierda, ganará la presidencia de la República. Ha sabido, en este lapso, construir y madurar una personalidad que, a la postre, le traerá buenos dividendos, especialmente en vísperas de la ausencia por retiro del ahora mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, quien abrió la puerta para que la transformación del país eche raíces.

Por ese motivo, la responsabilidad política e histórica recaerá en Claudia. Dada esa tarea, hay que tener esa misma virtud del presidente para saber operar los temas. Uno de ellos, claro está, es armar el mejor cuadro o selección que, para el caso, será la columna vertebral de la campaña. La clave de ello estará en la aportación que lleve a cabo Noroña, Adán Augusto y Ricardo Monreal, por supuesto.

A propósito, el regreso de Monreal- al Senado de la República- se debe a los temas pendientes que existen en puerta. Como es sabido, Eduardo Ramírez, actual líder de la fracción guinda, solicitará licencia la segunda semana de diciembre. En ese sentido, los legisladores necesitan de un guía; alguien con esa capacidad para resolver todos los asuntos pendientes. Qué mejor que Ricardo Monreal. Es, por cualquier ángulo, una buena decisión.

Una de esas determinaciones será poner en marcha el proceso para la terna y, con ello, elegir a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia.

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